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Descubierto: las bacterias del intestino humano degradan la celulosa, aunque en niveles más bajos en países industrializados

Peer-Reviewed Publication

American Association for the Advancement of Science (AAAS)

Según un nuevo estudio, las bacterias del intestino humano previamente no descritas que ayudan en la digestión de la celulosa vegetal son escasas en las sociedades urbanas pero abundantes en los microbiomas antiguos y de cazadores-recolectores. Los hallazgos proporcionan información sobre las bacterias productoras de celulosoma, poco comprendidas, que habitan en el intestino humano y su respuesta a las dietas y estilos de vida urbanos modernos. Como todos los mamíferos, los humanos dependen del microbioma intestinal para digerir la celulosa, el componente principal de la fibra vegetal y un elemento común en las dietas que incluyen materiales de origen vegetal. La fermentación de la fibra dietética a través de especies bacterianas productoras de celulosomas transforma estos compuestos no digeribles en ácidos grasos de cadena corta que desempeñan un papel en la salud del huésped, incluida la prevención del cáncer de colon y la regulación del azúcar en la sangre. La fibra dietética también es beneficiosa para la estabilidad y la riqueza del microbioma intestinal. Sin embargo, las dietas modernas industrializadas, que están dominadas por alimentos procesados, carecen gravemente de fibra vegetal, y la evidencia de la degradación y fermentación de la celulosa en el intestino humano es escasa. Persisten preguntas fundamentales sobre las bacterias degradadoras de celulosa que habitan en el intestino humano y su adaptabilidad al estilo de vida y la dieta del huésped. Sarah Moraïs y sus colegas buscaron genes clave del celulosoma en 92,143 genomas ensamblados del metagenoma humano y descubrieron tres especies distintas de bacterias ruminococcales productoras de celulosoma, previamente no descritas, que habitan en el intestino humano: Ruminococcus hominiciens, R. primaciens y R. ruminiciens. El análisis evolutivo sugiere que estas bacterias pueden haberse originado en el intestino de rumiantes y evolucionaron para adaptarse al intestino humano a través de la adquisición de genes de otras especies microbianas. La prevalencia de estas especies también mostró una notable variación entre las poblaciones humanas. Según Moraïs y suscolaboradores, colectivamente, estas cepas eran abundantes y ampliamente distribuidas entre los humanos antiguos, cazadores-recolectores y poblaciones rurales, pero extremadamente raras en poblaciones industrializadas. Estos hallazgos sugieren que estas cepas están desapareciendo de los intestinos de individuos en países industrializados, posiblemente como respuesta a cambios en las dietas y estilos de vida, lo que podría explicar por qué la evidencia de fermentación de celulosa en el intestino humano es tan escasa.


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