News Release

La nueva guía sobre la presión arterial alta enfatiza la prevención y el tratamiento temprano para reducir el riesgo de ECV

La modificación del estilo de vida para la prevención de la presión arterial alta y el tratamiento para todos los niveles de presión arterial alta, el tratamiento temprano de la presión arterial alta para reducir el riesgo de deterioro cognitivo y de

Peer-Reviewed Publication

American Heart Association

Aspectos destacados de la guía:

  • Casi la mitad de los adultos en los Estados Unidos tienen presión arterial alta (≥130/80 mmHg), que es el principal factor de riesgo evitable de enfermedades cardiovasculares, las cuales incluyen ataque cardíaco, ataque o derrame cerebral e insuficiencia cardíaca, además de enfermedades renales, deterioro cognitivo y demencia.
  • Una nueva guía conjunta de la American Heart Association y el American College of Cardiology sugiere el tratamiento temprano que incluye la modificación del estilo de vida y el uso de medicamentos según corresponda, recomienda un control estricto de la presión arterial antes, durante y después del embarazo y destaca el uso de la nueva calculadora de riesgos PREVENT™ para estimar el riesgo de enfermedades cardiovasculares de una persona con el objetivo de personalizar el tratamiento.
  • La nueva guía también refuerza la importancia de hábitos de un estilo de vida saludable, como seguir una dieta nutritiva, realizar actividad física y mantener o alcanzar un peso saludable.
  • Las investigaciones más recientes confirman que la presión arterial afecta la salud cerebral, lo que incluye el deterioro cognitivo y la demencia, por lo que se recomienda el tratamiento temprano en las personas con un diagnóstico de presión arterial alta para mantener la salud cerebral y la cognición.
  • Es importante controlar y tratar rápidamente la presión arterial alta antes, durante y después del embarazo para reducir el riesgo de complicaciones graves a corto y largo plazo, incluida la preeclampsia.
  • La guía, dirigida por el Comité Conjunto de la American Heart Association y el American College of Cardiology sobre Pautas de Práctica Clínica, se desarrolló con la colaboración y aprobación de otras 11 organizaciones de cuidados de salud: la American Academy of Physician Associates (Academia Estadounidense de Médicos Asociados); la American Association of Nurse Practitioners (Asociación Americana de Profesionales de Enfermería Practicantes); el American College of Clinical Pharmacy (Colegio Americano de Farmacia Clínica); el American College of Preventive Medicine (Colegio Americano de Medicina Preventiva); la American Geriatrics Society (Sociedad Americana de Geriatría); la American Medical Association (Asociación Médica Americana); la American Society of Preventive Cardiology (Sociedad Americana de Cardiología Preventiva); la Association of Black Cardiologists (Asociación de Cardiólogos de Raza Negra); la National Medical Association (Asociación Médica Nacional); la Preventive Cardiovascular Nurses Association (Asociación de Enfermería Cardiovascular Preventiva); y la Society of General Internal Medicine (Sociedad de Medicina Interna General).

Prohibida su divulgación hasta la 1:00 p. m. CT/2:00 p. m. ET del jueves 14 de agosto de 2025

DALLAS y WASHINGTON, 14 de agosto de 2025 — Se recomienda prevenir y controlar la presión arterial alta con hábitos de un estilo de vida saludable, como seguir una dieta saludable para el corazón (sitio web en inglés), lo que incluye reducir el consumo de sal, realizar actividad física, mantener un peso saludable y controlar el estrés (combinados con el tratamiento temprano y el uso de medicamentos para reducir la presión arterial si es necesario) a fin de reducir el riesgo de ataque cardíaco (sitio web en inglés), ataque o derrame cerebral (sitio web en inglés), insuficiencia cardíaca, enfermedades renales (sitio web en inglés), deterioro cognitivo y demencia, de acuerdo con una nueva guía clínica publicada hoy en las revistas médicas revisadas por expertos  Circulation y Hypertension de la American Heart Association y en JACC, la revista médica más importante del American College of Cardiology.

La “Guía 2025 de AHA/ACC/AANP/AAPA/ABC/ACCP/ACPM/AGS/AMA/ASPC/NMA/PCNA/SGIM para la prevención, la detección, la evaluación y el control de la presión arterial alta en adultos” reemplaza la guía de 2017 e incluye recomendaciones nuevas o actualizadas para el control de la presión arterial basadas en las pruebas científicas más recientes, con el objetivo de lograr los mejores resultados de salud en los pacientes.

La nueva guía refleja varios cambios importantes desde 2017, incluido el uso de la calculadora de riesgos PREVENTTM (Predecir el Riesgo de EVENTos de enfermedades cardiovasculares) de la American Heart Association (sitio web en inglés), para estimar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. También brinda asesoramiento actualizado acerca de opciones de medicamentos, lo que incluye el tratamiento temprano de la presión arterial alta para reducir el riesgo de deterioro cognitivo y demencia, el uso de medicamentos específicos, incluida la posible adición de nuevos tratamientos como los medicamentos GLP-1 para algunos pacientes con presión arterial alta y sobrepeso u obesidad, y recomendaciones para el control de la presión arterial alta antes, durante y después del embarazo.

La presión arterial alta (sitio web en inglés), (incluida la hipertensión en etapa 1 o en etapa 2), afecta a casi la mitad (46.7%) de todos los adultos en los Estados Unidos y es la causa principal de muerte en dicho país y en todo el mundo. Los criterios de presión arterial siguen siendo los mismos que los de la guía de 2017:

  • Presión arterial normal: inferior a 120/80 mmHg.
  • Presión arterial elevada:120-129 mm Hg  y menos de 80 mm Hg
  • Hipertensión en etapa 1:130-139 mmHg u 80-89 mmHg.
  • Hipertensión en etapa 2: ≥140 mmHg o ≥90 mmHg.

“La presión arterial alta es el factor de riesgo más común y más modificable de las enfermedades cardíacas”, dijo el presidente del comité redactor de la guía, Daniel W. Jones, M.D., FAHA, decano y profesor emérito de la Facultad de Medicina de la Universidad de Mississippi en Jackson, Mississippi, y fue miembro del comité redactor de la guía de presión arterial alta de 2017. “Al abordar antes los riesgos individuales y ofrecer estrategias más personalizadas durante toda la vida, la guía de 2025 tiene como objetivo ayudar a los médicos a que más personas puedan controlar su presión arterial y reducir las tasas de enfermedades cardíacas, de enfermedades renales, de diabetes tipo 2 y de demencia”.

“Esta guía actualizada está diseñada para ayudar a los profesionales de la salud (desde equipos de atención primaria hasta especialistas, y a todos los médicos en los sistemas de salud) con el diagnóstico y la atención de personas con presión arterial alta. También brinda a los pacientes herramientas prácticas que pueden cubrir sus necesidades de salud particulares con respecto al control de la presión arterial, ya sea mediante cambios en el estilo de vida, el uso de medicamentos o ambos”, dijo Jones.

Importancia de un estilo de vida saludable

La nueva guía reafirma el rol fundamental que tienen los hábitos de un estilo de vida saludable en la prevención y el control de la presión arterial alta, y anima a los profesionales de la salud a trabajar con los pacientes para establecer objetivos realistas y alcanzables. Los hábitos saludables como los mencionados en Life’s Essential 8 (sitio web en inglés), las métricas de la American Heart Association para la salud cardíaca, continúan siendo la primera línea de atención para todos los adultos.

Entre las recomendaciones específicas relacionadas con la presión arterial, se incluyen las siguientes:

  • Limitar el consumo de sodio a menos de 2,300 mg por día, con el objetivo de alcanzar un límite ideal de 1,500 mg por día. Para ello, se deben revisar las etiquetas de los alimentos (la mayoría de los adultos en los Estados Unidos consumen sodio a través de los alimentos envasados y de restaurantes, no del salero).
  • Idealmente, no consumir alcohol o, para quienes eligen beber, consumir no más de dos bebidas al día en el caso de los hombres y no más de una bebida al día en el caso de las mujeres.
  • Controlar el estrés mediante el ejercicio, además de incorporar técnicas de reducción del estrés, como meditación, control de la respiración o yoga.
  • Mantener o alcanzar un peso saludable, con un objetivo de al menos un 5% de reducción del peso corporal en adultos que tienen sobrepeso u obesidad.
  • Seguir un patrón de alimentación saludable para el corazón; por ejemplo, el plan de alimentación DASH, que enfatiza la reducción del consumo de sodio y una dieta con alto contenido de vegetales, frutas, cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas, y productos lácteos bajos en grasa o sin grasa, e incluye carnes magras y aves de corral, pescados y aceites no tropicales.
  • Aumentar la actividad física a al menos 75-150 minutos por semana, que incluya ejercicio aeróbico (p. ej., cardiovascular) o entrenamiento de resistencia (como entrenamiento con pesas).
  • Se recomienda a los pacientes controlar la presión arterial en el hogar para ayudar a confirmar el diagnóstico médico de presión arterial alta y para monitorear, realizar un seguimiento y adaptar la atención como parte de un plan de atención integral. 

Abordar cada uno de estos factores de estilo de vida es especialmente importante para las personas con presión arterial alta y otros factores de riesgo principales de enfermedades cardiovasculares porque puede prevenir, retrasar o tratar la presión arterial alta o elevada.

Nueva calculadora de riesgos e intervención temprana

La nueva guía recomienda que los profesionales de la salud utilicen la calculadora de riesgos PREVENTTM para estimar el riesgo de ataque cardíaco, ataque o derrame cerebral o insuficiencia cardíaca de una persona. En 2023, la American Heart Association desarrolló la herramienta PREVENTTM para estimar el riesgo de enfermedades cardiovasculares a 10 y 30 años en personas de entre 30 y 79 años. Incluye variables como la edad, el sexo, la presión arterial, los niveles de colesterol y otros indicadores de salud, que incluyen el código postal como representación de los factores sociales de salud. Es la primera calculadora de riesgos que combina medidas de salud cardiovascular, renal y metabólica para estimar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Las estimaciones de riesgos más precisas pueden ayudar a guiar las decisiones de tratamiento personalizadas para cada persona.

Además del uso de la herramienta de evaluación de riesgos PREVENTTM, la nueva guía recomienda dos cambios importantes en las pruebas de laboratorio para la evaluación inicial.

  • El cociente de microalbúmina y creatinina en orina (una prueba que evalúa la salud renal) ahora se recomienda para todos los pacientes con presión arterial alta. Se había recomendado como prueba opcional en la guía de 2017.
  • La guía también expande la indicación de uso de la prueba del cociente de aldosterona plasmática-renina como herramienta de detección para el aldosteronismo primario en más pacientes, incluidos quienes tienen apnea del sueño obstructiva. (El aldosteronismo primario es una afección que ocurre cuando las glándulas suprarrenales fabrican una cantidad excesiva de aldosterona, lo que genera presión arterial alta y niveles bajos de potasio).
  • Las pruebas para aldosteronismo primario también pueden considerarse en adultos con hipertensión en etapa 2 a fin de aumentar las tasas de detección, diagnóstico y tratamiento individualizado.

Asociación de la presión arterial alta con el deterioro cognitivo y la demencia

Si bien la presión arterial alta es una de las principales causas de ataque cardíaco y ataque o derrame cerebral, la nueva guía destaca otros riesgos graves. Investigaciones más recientes confirman que la presión arterial afecta la salud cerebral, lo que incluye el deterioro cognitivo y la demencia. La presión arterial alta puede dañar los pequeños vasos sanguíneos del cerebro, lo cual se vincula con problemas de memoria y con un deterioro cognitivo a largo plazo. La guía recomienda el tratamiento temprano para las personas diagnosticadas con presión arterial alta con un objetivo de presión arterial sistólica (cifra más alta) de <130 mmHg en los adultos para prevenir el deterioro cognitivo y la demencia.

Enfoques personalizados en el uso de medicamentos para la presión arterial alta

Muchas personas con presión arterial alta, especialmente quienes tienen diabetes tipo 2, obesidad o enfermedad renal, pueden necesitar más de un medicamento para reducir la presión arterial y alcanzar los criterios de <130/80 mmHg. La guía destaca varios tipos de medicamentos para la presión arterial para iniciar el tratamiento, que incluyen inhibidores de ECA (enzima convertidora de angiotensina), antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARA), bloqueadores de los canales del calcio dihidropiridínicos y diuréticos de tipo tiazida. Si la presión arterial continúa alta después de un medicamento, los médicos pueden individualizar el tratamiento para aumentar la dosis o agregar un segundo medicamento de una clase de medicamento diferente.

La guía mantiene la recomendación de iniciar el tratamiento con dos medicamentos al mismo tiempo –preferentemente en una píldora de combinación única– para las personas con niveles de presión arterial de 140/90 mmHg o más (hipertensión en etapa 2). La guía también sugiere la posible adición de nuevos tratamientos como medicamentos GLP-1 para algunos pacientes con presión arterial alta y sobrepeso u obesidad.

Presión arterial alta y embarazo

La presión arterial alta durante el embarazo (sitio web en inglés), puede tener efectos duraderos en la salud de la madre, incluido un mayor riesgo de presión arterial alta y enfermedades cardiovasculares en el futuro. Sin tratamiento, la presión arterial alta durante el embarazo puede provocar complicaciones graves, como preeclampsia, eclampsia, ataque o derrame cerebral, problemas renales o parto prematuro. Debe informarse a las mujeres con presión arterial alta que tienen planeado quedar embarazas o que están embarazadas sobre los beneficios potenciales del uso de bajas dosis de aspirina (81 mg/día) para reducir el riesgo de preeclampsia.

Para las mujeres embarazas con hipertensión crónica (presión arterial alta antes del embarazo o diagnosticada antes de las 20 semanas de embarazo), la nueva guía recomienda el tratamiento con ciertos medicamentos cuando la presión arterial sistólica llega a 140 mmHg o más o la presión arterial diastólica llega a 90 mmHg o más. Este cambio refleja un número creciente de pruebas de que un control más estricto de la presión arterial para algunas personas durante el embarazo puede ayudar a reducir el riesgo de complicaciones graves.

Además, la atención posparto es especialmente importante porque la presión arterial alta puede comenzar o persistir después del parto. La guía recomienda el control continuo de la presión arterial y el tratamiento oportuno durante el período posparto para ayudar a prevenir complicaciones. Se recomienda a los pacientes con antecedentes de presión arterial alta asociada con el embarazo medir la presión arterial al menos una vez al año.

“Es importante que las personas conozcan los objetivos recomendados de presión arterial y que comprendan cómo los hábitos de un estilo de vida saludable y el uso apropiado de medicamentos puede ayudarlas a alcanzar y mantener niveles de presión arterial óptimos. La prevención, la detección temprana y el control de la presión arterial alta son fundamentales para la salud cardíaca y cerebral a largo plazo, lo que significa vidas más largas y más saludables”, afirmó Jones.

Esta guía fue preparada por un grupo de redacción voluntario en nombre del Comité Conjunto de la American Heart Association y el American College of Cardiology sobre Pautas de Práctica Clínica, y con la colaboración y aprobación de la American Academy of Physician Associates, la American Association of Nurse Practitioners, el American College of Clinical Pharmacy, el American College of Preventive Medicine, la American Geriatrics Society, la American Medical Association, la American Society of Preventive Cardiology, la Association of Black Cardiologists, la National Medical Association, la Preventive Cardiovascular Nurses Association y la Society of General Internal Medicine.

Los coautores y miembros del comité redactor de la guía incluyen a las covicepresidentas Keith C. Ferdinand, M.D., FAHA, FACC, y Sandra J. Taler, M.D., FAHA; Heather M. Johnson, M.D., M.S., FAHA, FACC; Daichi Shimbo, M.D.; Marwah Abdalla, M.D., M.P.H., FAHA, FACC; M. Martine Altieri, P.A.-C., M.H.Sc.; Nisha Bansal, M.D., M.A.S., FAHA; Natalie A. Bello, M.D., M.P.H., FACC; Adam P. Bress, Pharm.D., M.S.; Jocelyn Carter, M.D., M.P.H.; Jordana B. Cohen, M.D., M.S.C.E., FAHA; Karen J. Collins, M.B.A.; Yvonne Commodore-Mensah, Ph.D., M.H.S., B.S.N., R.N., FAHA; Leslie L. Davis, Ph.D., A.N.P.-B.C., FAHA, FACC; Brent Egan, M.D., FAHA; Sadiya S. Khan, M.D., M.Sc., FAHA, FACC; Donald M. Lloyd-Jones, M.D., Sc.M., FAHA, FACC; Bernadette Mazurek Melnyk, Ph.D., A.P.R.N.-C.N.P.; Eva A. Mistry, M.B.B.S., M.S.C.I., FAHA; Modele O. Ogunniyi, M.D., M.P.H., FAHA, FACC; Stacey L. Schott, M.D., M.P.H.; Sidney C. Smith Jr., M.D., FAHA; Amy W. Talbot, M.P.H.; Wanpen Vongpatanasin, M.D., FAHA, FACC; Karol E. Watson, M.D., Ph.D., FAHA, FACC; Paul K. Whelton, M.B., M.D., M.Sc., FAHA; y Jeff D. Williamson, M.D., M.H.S.

La Asociación recibe más de un 85% de sus ingresos de fuentes distintas a las empresas. Estas fuentes incluyen contribuciones de personas particulares, fundaciones y patrimonios, así como ganancias por inversiones e ingresos por la venta de nuestros materiales informativos. Las empresas (incluidas las farmacéuticas, los fabricantes de dispositivos y otras compañías) también realizan donaciones a la Asociación. La Asociación tiene políticas estrictas para evitar que las donaciones influyan en el contenido científico y en las posturas de sus políticas. La información financiera general está disponible aquí (sitio web en inglés).

Recursos adicionales:

### 

Acerca de la American Heart Association

La American Heart Association es una fuerza incansable para un mundo de vidas más largas y saludables. La organización ha sido una fuente líder de información sobre salud durante más de cien años y su objetivo es garantizar la equidad en la salud en todas las comunidades. Con el apoyo de más de 35 millones de voluntarios en todo el mundo, financiamos investigaciones vanguardistas, defendemos la salud pública y proporcionamos recursos fundamentales para salvar y mejorar vidas afectadas por enfermedades cardiovasculares y ataques o derrames cerebrales. Trabajamos incansablemente para hacer avanzar la salud y transformar vidas cada día mediante el impulso de avances y la implementación de soluciones comprobadas en las áreas de ciencia, políticas y cuidados. Comunícate con nosotros a través de heart.org (sitio web en inglés), FacebookX o llama al 1-800-AHA-USA1.

Acerca del American College of Cardiology
El American College of Cardiology (ACC) es el líder mundial en la transformación de la atención cardiovascular y la mejora de la salud cardíaca para todos. Como fuente destacada de formación médica profesional para todo el equipo de atención cardiovascular desde 1949, el ACC acredita a profesionales cardiovasculares en más de 140 países que cumplen con estrictos requisitos y lidera la elaboración de políticas, estándares y directrices sanitarias. A través de su serie reconocida mundialmente de revistas médicas JACC, los registros del National Cardiovascular Data Registry (NCDR, Registro Nacional de Datos Cardiovasculares), los servicios de acreditación del ACC, la red global de secciones de miembros, los recursos para pacientes de CardioSmart y mucho más, el Colegio se compromete a garantizar un mundo donde la ciencia, el conocimiento y la innovación optimicen la atención y los resultados para los pacientes. Obtén más información en www.ACC.org (sitio web en inglés) o sigue a @ACCinTouch (sitio web en inglés).


Disclaimer: AAAS and EurekAlert! are not responsible for the accuracy of news releases posted to EurekAlert! by contributing institutions or for the use of any information through the EurekAlert system.