Puntos destacados de la investigación
- Según un pequeño estudio de adultos en Boston, los niveles elevados de exposición a la luz artificial de noche se vinculan a un incremento de actividad cerebral relacionada con el estrés, a la inflamación de las arterias y a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas.
- Investigadores afirman que la contaminación lumínica de noche aparentemente afecta la salud cardíaca, por lo que se considera un factor ambiental que podría modificarse para ayudar a reducir las enfermedades cardíacas en comunidades con niveles más altos de luz nocturna.
- Nota: El estudio que se presenta en este comunicado de prensa es un resumen de investigación. Los resúmenes que se presentan en las reuniones científicas de la American Heart Association (Asociación Americana del Corazón) no se revisan por expertos, y los hallazgos se consideran preliminares hasta que se publican como artículos completos en una revista profesional científica revisada por expertos.
Prohibida su divulgación hasta las 4 a. m., CT/5 a. m., ET del lunes 3 de noviembre del 2025
DALLAS, 3 de noviembre del 2025 — De acuerdo con un estudio preliminar que se presentará en las Sesiones Científicas del 2025 de la American Heart Association, los niveles elevados de luz artificial de noche se vinculan a un incremento de actividad cerebral relacionada con el estrés, a la inflamación de las arterias y a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas. La reunión, que se realizará del 7 al 10 de noviembre en Nueva Orleans, es el principal intercambio mundial de los últimos avances científicos, la investigación y las actualizaciones de las prácticas clínicas basadas en evidencia en el área de la ciencia cardiovascular.
De acuerdo con el estudio, la luz artificial de noche, o la contaminación lumínica nocturna, es prácticamente una característica universal de las ciudades modernas. En este estudio revolucionario, se revisaron tomografías cerebrales e imágenes satelitales para demostrar una trayectoria biológica que vincula la exposición a la luz nocturna con las enfermedades cardíacas.
“Sabemos que los factores ambientales, como la contaminación sonora y del aire, pueden dar lugar a enfermedades cardíacas afectando nuestros nervios y vasos sanguíneos a través del estrés. La contaminación lumínica es muy común; sin embargo, no sabemos en qué cantidades afecta al corazón”, afirmó el autor principal del estudio, Shady Abohashem, M.D., M.P.H., director de ensayos de imágenes de PET/CT cardíacas en el Massachusetts General Hospital, e instructor en la Harvard Medical School de Boston.
A todos los participantes se les realizó el mismo estudio combinado: tomografía por emisión de positrones/tomografía computada (PET/CT). Este estudio de 450 adultos solo incluyó a sujetos sin enfermedades cardíacas y sin cáncer activo. “Se trata de una prueba de imagen de rutina”, afirmó Abohashem. “El componente de CT proporciona la anatomía detallada, mientras que el de PET revela la actividad metabólica en los tejidos. Al utilizar ambas técnicas de imagen en conjunto, es posible medir la actividad de estrés del cerebro y la inflamación arterial en un mismo estudio”.
El análisis reveló lo siguiente:
- Las personas expuestas a niveles más altos de luz artificial durante la noche presentaron una mayor actividad de estrés cerebral, inflamación de los vasos sanguíneos y un mayor riesgo de sufrir eventos cardíacos graves. Esta información, que se recopiló de historias clínicas, la evaluaron dos cardiólogos mediante enmascaramiento, lo que significa que ninguno tuvo información que pudiera influir en sus decisiones.
- A mayor exposición a la luz artificial nocturna, mayor es el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas. Cada incremento de la desviación estándar en la exposición a la luz se asoció con aproximadamente un 35% y un 22% de aumento del riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas en períodos de seguimiento de cinco y 10 años, respectivamente. Estas asociaciones se mantuvieron tras contemplar factores de riesgo tradicionales y otras exposiciones socioambientales, como la contaminación sonora y el nivel socioeconómico.
- Además, estos riesgos cardíacos eran más altos entre los participantes que vivían en áreas con estrés social o ambiental extra, como el ruido del tráfico intenso o los vecindarios de ingresos más bajos.
- En un período de seguimiento de 10 años, el 17% de los participantes sufría afecciones cardíacas graves.
“Detectamos una relación casi lineal entre la luz nocturna y las enfermedades cardíacas: a mayor exposición a la luz nocturna, mayor es el riesgo. Incluso los incrementos modestos de la luz nocturna se vincularon con niveles de estrés cerebral y arterial más altos”, afirmó Abohashem. “Cuando el cerebro percibe el estrés, activa señales que pueden desencadenar una respuesta inmunológica e inflamar los vasos sanguíneos. Con el tiempo, este proceso puede contribuir a endurecer las arterias e incrementar el riesgo de sufrir un ataque cardíaco y un derrame cerebral”.
No obstante, para contrarrestar los efectos de la luz artificial de noche, sugiere que las ciudades podrían reducir la iluminación innecesaria en exteriores, cubrir los faroles o usar luces con sensor de movimiento. A nivel personal, “las personas pueden limitar la luz nocturna en interiores manteniendo la oscuridad en las habitaciones y evitando pantallas, como televisores y dispositivos electrónicos personales, antes de ir a dormir”, afirmó.
“Estos hallazgos son revolucionarios y se suman a la evidencia que sugiere que reducir la exposición al exceso de luz artificial de noche es una preocupación de salud pública”, afirmó Julio Fernandez-Mendoza, Ph. D., DBSM, FAHA, quien integra el comité de redacción de Multidimensional Sleep Health: Definitions and Implications for Cardiometabolic Health: A Scientific Statement From the American Heart Association (sitio web en inglés).
La semana pasada (28 de octubre), la Asociación emitió una declaración científica sobre la salud circadiana en la salud cardiometabólica. La nueva declaración también indica que la contaminación lumínica es un factor sustancial que interrumpe el reloj biológico, que puede suprimir la melatonina y retrasar la aparición del sueño y que, incluso a niveles bajos, se asoció a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
“Sabemos que demasiada exposición a la luz artificial de noche puede dañar su salud y, en especial, aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas. No obstante, no sabíamos cómo sucedía este daño. Este estudio ha investigado una de las diversas causas posibles, que es la manera en que nuestro cerebro responde al estrés. Esta respuesta aparentemente desempeña un rol esencial a la hora de vincular la luz artificial de noche con las enfermedades cardíacas”. Fernandez-Mendoza, quien no formó parte del estudio, también es profesor de psiquiatría, neurociencia y ciencias de salud pública, y director de medicina conductual del sueño en la Facultad de Medicina de la Pennsylvania State University en Hershey, Pensilvania.
El estudio tuvo varias fortalezas, incluidas las imágenes de PET/CT de vanguardia para medir el estrés cerebral y la inflamación arterial, conjuntamente con datos de luces satelitales y un seguimiento a largo plazo para eventos cardíacos.
No obstante, también tuvo varias limitaciones. Cabe destacar que se trata de un estudio de observación, un análisis de información previamente recopilada; por lo tanto, no puede demostrar una relación directa de causa y efecto entre ninguna de las variables revisadas. Además, el estudio incluyó a participantes que recibieron cuidados de salud en solo un sistema hospitalario; es decir, es posible que el grupo de participantes no represente a un grupo diverso de personas, y los hallazgos no pueden generalizarse para representar a un grupo de población más grande.
Detalles del estudio:
- Los investigadores realizaron una revisión de registros médicos para 466 adultos: 43% hombres de una edad promedio de 55 años. De los participantes, un 89.7% era de raza blanca y un 10.3% de raza no blanca. Todos los participantes se sometieron a un PET/CT en el Massachusetts General Hospital en Boston entre 2005 y 2008.
- Los datos sobre la exposición se obtuvieron del New World Atlas of Artificial Night Sky Brightness del 2016, que integra datos de radiancia ascendente de la banda día-noche pancromática del Visible Infrared Imaging Radiometer Suite a bordo del satélite Suomi National Polar-orbiting Partnership, conjuntamente con modelado de transferencia radiativa para estimar el brillo del cielo del cénit al nivel del suelo. El brillo artificial se define como la luminancia del cénit del cielo nocturno que se atribuye exclusivamente a las fuentes de luz generadas por los seres humanos, sin incluir las fuentes naturales tales como la luz de las estrellas, la luminosidad y la luz de la luna.
- Se midió la cantidad de luz nocturna en el hogar de cada persona, así como las señales de estrés en el cerebro y los signos de inflamación arterial en las tomografías.
- Los participantes del estudio se sometieron a las tomografías entre el 2005 y el 2008, y se realizó un seguimiento retroactivo hasta finales del 2018. Durante el seguimiento, 79 participantes, o el 17%, presentó graves problemas cardíacos.
“Esta investigación indica que la contaminación lumínica es más que solo una molestia; también podría aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas. Esperamos que tanto médicos como legisladores tengan en cuenta la exposición a la luz nocturna al desarrollar estrategias de prevención”, afirmó Abohashem. “Buscamos extender este trabajo a poblaciones más grandes y más diversas, probar intervenciones que reduzcan la luz nocturna y explorar de qué manera reducir la exposición a la luz podría mejorar la salud cardíaca”.
Los coautores, las divulgaciones y las fuentes de financiamiento se indican en el resumen.
Las afirmaciones y conclusiones de los estudios presentados en las reuniones científicas de la American Heart Association son exclusivas de los autores y no constituyen necesariamente la política ni la posición de la Asociación. La Asociación no ofrece representación ni garantía de ningún tipo de su exactitud o confiabilidad. Los resúmenes que se presentan en las reuniones científicas de la Asociación no se revisan por expertos, sino que los paneles de revisión independientes los seleccionan y consideran en función del potencial que tengan de ser un aporte a la diversidad de temas y opiniones científicos analizados en la reunión. Los hallazgos se consideran preliminares hasta que se publiquen como un artículo completo en una revista profesional científica revisada por expertos.
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Recursos adicionales:
- En la columna derecha del enlace del comunicado hay material multimedia disponible, incluyendo una entrevista de video en español con un experto voluntario de la American Heart Association: Julio Fernandez-Mendoza, un profesor de psiquiatría, neurociencia y ciencias de la salud pública y director de medicina conductual del sueño en la Pennsylvania State University College of Medicine in Hershey, Pennsylvania.
- Comunicado en inglés (incluye entrevista de video en inglés)
- Vínculo al resumen (sitio web en inglés) en el planificador del programa en línea de las Sesiones Científicas del 2025 de la American Heart Association (sitio web en inglés)
- Comunicado de prensa de la declaración científica de la American Heart Association: El sueño importa: la duración, el horario, la calidad y otros factores pueden influir en el riesgo de enfermedades cardiovasculares (Abril del 2025)
- Comunicado de prensa de la American Heart Association: More exposure to artificial, bright, outdoor nighttime light linked to higher stroke risk (sitio web en inglés) (Marzo del 2024)
- Sobre las Sesiones Científicas del 2025 (sitio web en inglés)
- Si desea obtener más noticias sobre las Sesiones Científicas del 2025 de la American Heart Association, síganos en X @HeartNews (sitio web en inglés), #AHA25
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