Una ola de calor y una sequía sin precedentes en 2023 convirtieron los lagos del Amazonas en cuencas poco profundas que hervían a fuego lento, con temperaturas del agua que se dispararon hasta superar los 40 grados centígrados (ºC) en uno de los casos y niveles de agua que retrocedieron hasta mínimos históricos, según los investigadores. Las temperaturas extremas tuvieron repercusiones que van desde el aislamiento de comunidades ribereñas remotas hasta la mortandad masiva de peces y delfines del río Amazonas, especie en peligro de extinción. Los hallazgos confirman una preocupante tendencia al calentamiento en los lagos y ríos poco vigilados del Amazonas y presagian una escalada de los impactos climáticos en los ecosistemas tropicales de agua dulce de todo el mundo. "Aunque este estudio presenta datos de 2023, en septiembre y octubre de 2024 se produjo otra sequía extrema en la Amazonia central", escriben Ayan Fleischmann y sus colegas, "con nuevos niveles bajos de agua que batieron récords y un grave calentamiento del agua de los lagos asociado a condiciones hidrológicas y meteorológicas similares a las observadas en 2023". Los ecosistemas acuáticos de todo el mundo se están calentando rápidamente. Se prevé que este aumento continúe con el cambio climático en curso, lo que provocará olas de calor lacustres más frecuentes y graves. Aunque los lagos se consideran centinelas del cambio climático, la mayoría de las investigaciones se han centrado en las regiones templadas. Los lagos tropicales, como los del Amazonas, son muy vulnerables al calentamiento intenso y, sin embargo, siguen estando poco estudiados y mal supervisados.
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En esta ocasión, Ayan Fleischmann y sus colegas presentan un análisis de las mediciones de la temperatura del agua de 10 lagos de la Amazonia central durante la sequía de 2023. Apoyándose en datos de satélite y en modelos hidrodinámicos, Fleishmann y su equipo muestran cómo la intensa sequía y el calor se combinaron para elevar drásticamente la temperatura del agua. Según los resultados, en 5 de los 10 lagos se registraron temperaturas del agua diurnas excepcionalmente altas, superiores a los 37 ºC. En particular, las temperaturas en las aguas poco profundas del lago Tefé alcanzaron los 41 ºC (más calo que un baño de spa promedio) en toda su columna de agua de 2 metros. Según los autores, una combinación de niveles de agua extremadamente bajos, fuerte calentamiento solar, vientos en calma y elevada turbidez creó las condiciones ideales para que se produjeran graves olas de calor lacustre en el Amazonas. Los resultados sugieren que la baja velocidad del viento fue probablemente el factor más crítico del calentamiento extremo, más que la propia temperatura del aire. Con poco viento, se perdía menos calor por evaporación y enfriamiento nocturno, lo que permitía que los lagos se calentaran progresivamente bajo una luz solar intensa y cielos despejados persistentes. Además, los autores muestran que los lagos amazónicos se han estado calentando rápidamente (aproximadamente entre 0,3 y 0,8 ºC por década durante alrededor de los últimos 30 años), tasas superiores a la media mundial. Muchos lagos de la región también retrocedieron drásticamente durante la sequía de 2024: el lago Tefé perdió el 75% de su superficie y el lago Badajós se redujo en un 90%.
Journal
Science
Article Title
Extreme warming of Amazon waters in a changing climate
Article Publication Date
6-Nov-2025