News Release

Los rastros genéticos de los perros más antiguos del Nuevo Mundo y la domesticación de la cabra en Oriente Próximo

Peer-Reviewed Publication

American Association for the Advancement of Science (AAAS)

Genetic Trails of the New World's Oldest Dogs and Near East Goat Domestication (1 of 2)

image: A domestic male leader goat from the Bakhtiari nomad tribe in Kouhrang, Central Zagros (Iran). view more 

Credit: [Credit: Marjan Mashkour, 2001.]

Los primeros perros de América del Norte llegaron junto con los humanos y no fueron domesticados a partir de lobos de América del Norte, sino de un antepasado siberiano, afirma un nuevo informe. Estos antiguos linajes, los primeros de perros domesticados de América del Norte, casi han desaparecido, en gran parte tras la llegada de los europeos. "Por qué los perros sobrevivieron y prosperaron durante miles de años en el continente americano para terminar desapareciendo rápidamente y casi por completo con la llegada de los europeos sigue siendo un misterio", escriben Linda Goodman y Elinor Karlsson en un artículo de Perspective relacionado. Los perros domésticos aparecen por primera vez en el registro arqueológico estadounidense hace 9.900 años, casi 6.000 años después de la evidencia más temprana de actividad humana. Sin embargo, no es bien conocido el momento preciso de su llegada, así como sus correspondientes orígenes geográficos. En esta ocasión, Máire Ní Leathlobhair et al. han combinado la arqueología con el análisis genómico para investigar con un detalle sin precedentes los orígenes de estos denominados perros americanos "pre-contacto", o perros domesticados que poblaron el continente americano antes de la llegada de los europeos en el siglo XV. El análisis exhaustivo de los investigadores incluyó ADN de perros modernos y antiguos, incluido el ADN recuperado de restos arqueológicos de América del Norte y Siberia. Descubrieron que los perros pre-contacto provienen de un clado genéticamente distinto, más estrechamente relacionado con una raza de perros de trineo de Siberia oriental de 9.000 años de antigüedad. Además, los perros americanos antiguos no fueron domesticados en el continente norteamericano a partir de especies nativas, sino que fueron introducidos en la región a través de Beringia unos miles de años después de la llegada de los primeros colonos, aspecto claramente respaldado por la evidencia arqueológica. En la actualidad, estos perros y su rastro genético casi se han desvanecido, posiblemente porque los colonos europeos desincentivaron su venta y reproducción, especulan los autores del artículo de Perspective. Sin embargo, Ní Leathlobhair y sus colegas afirman haber identificado lo que podría ser el único legado superviviente de estos animales: un tumor venéreo canino transmisible distribuido globalmente. En su Artículo de Perspective relacionado, Goodman y Karlsson destacan la capacidad de la tecnología genómica para dar vida a estas narrativas olvidadas, incluso a pesar de sus limitaciones. "La historia del perro americano pre-contacto apenas comienza a ser contada", escriben los autores.

En otro estudio genómico de animales antiguos, Kevin Daly et al. demuestran que el proceso de domesticación de cabras en el Creciente Fértil fue disperso, involucrando varias fuentes antiguas de cabra salvaje, lo que resultó en numerosas poblaciones de cabras neolíticas genética y geográficamente distintas en Oriente Próximo. El estudio también proporciona evidencias de reproducción selectiva de rasgos beneficiosos, incluido el color. Los datos actuales sugieren que la domesticación de cabras tuvo lugar en el Creciente Fértil hace unos 8.000 o 9.000 años, pero las evidencias sobre cómo ocurrió este proceso no son concluyentes. A fin de determinar si esta domesticación inicial tuvo lugar como un solo evento único que posteriormente se extendió por todo el Extremo Oriente o en bien en múltiples áreas con diferentes poblaciones de cabras, Daly et al. analizaron datos genéticos de antiguos especímenes de cabra desde el Paleolítico hasta contextos medievales en todo Oriente Próximo. Entre las muestras del período neolítico, los autores descubrieron subgrupos de cabras domesticadas que eran genéticamente distintas entre sí y se centraban geográficamente en distribuciones ubicadas en las regiones occidental, oriental y meridional del Creciente Fértil. En muestras postneolíticas posteriores este patrón cambia, según informan los autores, presentando menor divergencia. Según los autores, los patrones genéticamente divergentes similares tienen un eco en la geografía de otras domesticaciones tempranas como en cerdos y bovinos, al igual que en la de sus antiguos domesticadores humanos. Los hallazgos de Daly et al. sugieren un intercambio de conocimientos entre grupos separados de personas, lo que condujo a líneas paralelas de domesticación de animales y múltiples rutas de dispersión fuera de Oriente Próximo, en lugar de producirse migraciones de población a gran escala por el Sudeste Asiático. Los autores también identificaron lo que podría ser una evidencia de 8.000 años de antigüedad de selección de rasgos domésticos positivos, incluido el color. Según afirman los autores, el gen de pigmentación KIT, involucrado en el rasgo de una coloración moteada, fue compartido entre las poblaciones de cabras neolíticas. De este modo, al igual que en las cabras modernas, la selección preferencial por el color podría haberse utilizado para distinguir a los animales o por su valor estético.

###


Disclaimer: AAAS and EurekAlert! are not responsible for the accuracy of news releases posted to EurekAlert! by contributing institutions or for the use of any information through the EurekAlert system.