Casi tres años después de que la política de "tolerancia cero" de la administración Trump entrara en vigor, más de 445 niños permanecen separados de sus familias, en gran parte debido a la insuficiente documentación de identificación y al fracaso de los responsables de inmigración de EE. UU. a la hora de para planificar, rastrear y reunir a las familias separadas. En un Foro de Políticas, Elizabeth Barnert y sus colegas -un grupo interdisciplinario de médicos, científicos y defensores de los derechos humanos- argumentan que se necesita con urgencia un marco bien definido, replicable, escalable y sostenible para recopilar y administrar datos sensibles de ADN para ayudar, de forma ética y segura, a la reunificación de las familias migrantes separadas. "Reconocemos que ninguna tecnología -ni siquiera el análisis de ADN- es capaz de reunir a todas las familias; sin embargo, esta limitación inherente no puede ni debe servir como razón para evitar la aplicación de herramientas científicas para apoyar la rápida reunificación de padres e hijos cuyo paradero se desconoce", escriben Barnert et al. La llamada a la acción de los autores es particularmente oportuna, considerando la próxima publicación del informe inicial del Grupo de Trabajo de Reunificación Familiar de la administración Biden, que se presentará el 2 de junio de 2021. "Dada la orden ejecutiva de la administración Biden para reunir a los niños migrantes separados de sus familias por administraciones anteriores, es imperativo que los científicos y defensores de los derechos humanos desarrollen un protocolo internacional que establezca las pautas y las mejores prácticas para un enfoque para la reunificación basado en el ADN", escriben los autores. Si bien ya existen protocolos y estándares para usar la tecnología del ADN en la identificación de fallecidos, todavía no se ha establecido un protocolo global para el uso del ADN en la reunificación de personas vivas. En esta ocasión, Barnert y sus colegas ofrecen una descripción general de cómo se han utilizado las estrategias basadas en el ADN en el pasado para identificar desconocidos y esbozan cómo se podría establecer un marco basado en el ADN para las reunificaciones familiares. Los autores abordan el rigor científico, la protección de los derechos, los procesos éticos y los protocolos informados sobre el trauma, entre otros aspectos.
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