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Dos importantes científicos de la India y los Estados Unidos comparten el prestigioso Premio Tyler por su trabajo para cambiar las políticas ambientales

El 42o Premio Tyler reconoce investigadores que se dedican a elaborar políticas con una base científica sólida, incluyendo la participación de las comunidades locales

Grant and Award Announcement

Burness

Este comunicado está disponible en inglés.

Los Ángeles, CA (24-3-2015) - El Comité Ejecutivo del Premio Tyler al Logro Ambiental ha designado hoy a la Dra. Jane Lubchenco, de la Universidad Estatal de Oregón, y al Dr. Madhav Gadgil, de la Universidad de Goa, receptores del Premio Tyler 2015 por su liderazgo y compromiso en el desarrollo de políticas de conservación y sostenibilidad en los Estados Unidos, la India y a nivel internacional.

«La Dra. Lubchenco y el Dr. Gadgil representan los mejores esfuerzos por incorporar la investigación científica de alta calidad en la elaboración de políticas para proteger nuestro ambiente y asegurar la sostenibilidad de los recursos naturales en sus respectivos países y en todo el mundo --afirmó Owen T. Lind, presidente del Comité Ejecutivo del Premio Tyler y profesor de Biología en la Universidad Baylor--. Ambos galardonados han tendido un puente entre la ciencia y las realidades culturales y económicas, como el impacto que tiene sobre los pueblos indígenas de la India o las comunidades pesqueras en los Estados Unidos, para fomentar las mejores políticas de conservación posibles».

Desde su inicio en 1973, como uno de los primeros galardones en materia ambiental del mundo, el Premio Tyler ha sido el reconocimiento más destacado en el campo de las ciencias ambientales, la salud ambiental y la energía.

Lubchenco, la distinguida profesora de Biología Marina de la Universidad Estatal de Oregón, se desempeñó como Subsecretaria de Comercio para los Océanos y la Atmósfera y, durante el período 2009-2013, como Administradora de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés). Recientemente, el Departamento de Estado de los Estados Unidos la nombró Enviada Científica para el Océano; es la primera persona en ocupar ese cargo.

Gadgil es profesor investigador invitado de la Cátedra D.D. Kosambi de Estudios Interdisciplinarios en la Universidad de Goa y fue presidente del Panel de Expertos en Ecología de las Ghats Occidentales para el Ministerio de Ambiente y Bosques de la India. El histórico informe sobre la biodiversidad de la región suscitó un debate a escala nacional sobre políticas conservacionistas y se fundamentó en su trabajo previo que ayudó a la redacción de la Ley de Diversidad Biológica de su país.

Como ganadores del Premio Tyler, Lubchenco y Gadgil compartirán 200.000 dólares en efectivo y recibirán una medalla de oro cada uno. El galardón, otorgado por el Comité Ejecutivo del Premio Internacional Tyler con el apoyo administrativo de la Universidad del Sur de California, reconoce la visión de futuro y la dedicación excepcional en ciencias y políticas ambientales, cualidades que reflejan la clarividencia de sus fundadores, John y Alice Tyler, quienes lo establecieron cuando el debate ambiental aún estaba en pañales.

Entre los anteriores galardonados se encuentran: Edward O. Wilson, reconocido por su trabajo pionero en la teoría de la biogeografía insular; Jane Goodall, seleccionada por sus estudios fundacionales sobre el comportamiento y la ecología de los chimpancés, y por la repercusión que tuvo en el conocimiento de la vida silvestre y la conservación del ambiente; Jared Diamond y Paul y Anne Ehrlich, reconocidos autores que contribuyeron al nacimiento de la biología de la conservación como disciplina; M.S. Swaminathan, científico agrícola que ayudó a mejorar significativamente el rendimiento de los cultivos en la India; y Thomas Lovejoy, una figura central a la hora de alertar al mundo sobre el problema crítico de la disminución de los bosques tropicales. La lista completa de los anteriores ganadores puede consultarse en http://tylerprize.usc.edu/pastlaureates.html.

Dra. Jane Lubchenco: Proteger el océano tendiendo un puente entre ciencia y políticas

Lubchenco ha dedicado su carrera, que abarca cargos académicos y comprende la elaboración de políticas públicas desde su puesto de administradora de la NOAA, a crear conciencia sobre la importancia del océano y la necesidad de protegerlo. En diciembre de 2014, el Departamento de Estado de los Estados Unidos nombró a Lubchenco Enviada Científica para el Océano --fue la primera persona de la historia en tener esa designación--, con el objetivo de promover ante el público internacional el interés por las ciencias oceánicas, la ecología marina, el cambio climático y las políticas inteligentes.

«Este cargo del Departamento de Estado me ofrece una plataforma estupenda para compartir qué funciona en la protección y la restauración del océano y para promover más (y mejores) conocimientos científicos que respalden la manera en que usamos las pesquerías y otros recursos del océano», dijo Lubchenco.

Esta designación se basa en la carrera que ha desarrollado trabajando por atraer la atención y utilizar la ciencia para enfrentar las amenazas que se ciernen sobre el océano.

«Cuando empecé, estaba casi completamente concentrada en la manera en que los ecosistemas oceánicos funcionan y en la parte atractiva de la ciencia, los descubrimientos: ¿Por qué las especies viven en un lugar y no en otro? ¿Cuáles son las dinámicas entre especies, como depredadores y presas? --dijo Lubchenco--. Pero, con el tiempo, vi que el océano estaba cambiando (a veces muy drásticamente) y nadie le estaba prestando atención».

Lubchenco y sus colegas fueron entendiendo cada vez más que muchos de estos cambios estaban causados por los humanos: la merma en las poblaciones de peces a causa de la sobrepesca; el aumento de la acidificación del océano provocado por un incremento del dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera; mayor presencia de especies invasivas; y el cambio climático que altera qué plantas y qué peces prosperan en diferentes regiones, entre otras perturbaciones.

«Había oportunidades para cambiar lo que estaba ocurriendo en nuestros océanos, pero solo si más gente comprendía la situación y por qué era importante --afirmó Lubchenco--. En el proceso de comunicar esto desde la ciencia, empecé a escuchar más a personas legas, pescadores y científicos, y comencé a ver que había interrogantes científicos completamente nuevos que teníamos que investigar para proteger mejor nuestros océanos».

Ese énfasis puesto en realizar investigaciones científicas para responder a preguntas prácticas y fundamentar la elaboración de políticas fue lo que impulsó gran parte del trabajo de Lubchenco. Fue presidenta de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés) y el Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU, por sus siglas en inglés). Además, contribuyó a lanzar varios programas para capacitar a científicos con respecto a cómo relacionarse con las personas no científicas, como el Aldo Leopold Leadership Program, el COMPASS y el Climate Central.

Agenda para la elaboración de políticas: La restauración de las pesquerías y la salud del océano

Como administradora de la NOAA, a su pasión por restaurar la salud del océano Lubchenco le sumó su experiencia en involucrar a todos los sectores para mejorar la salud de las pesquerías y los ecosistemas oceánicos. Abogó por políticas que se basaran en descubrimientos científicos sólidos, pero flexibles, dadas las singulares circunstancias de las diferentes comunidades y regiones.

Una de esas políticas, que apunta a restaurar las pesquerías y mejorar la salud oceánica, es el modelo de "cupos de captura". Este enfoque basado en derechos cambia los incentivos para los pescadores al darles una participación en el futuro. Adoptado por distintos consejos regionales para la gestión de pesquerías, por ejemplo, en Alaska, la Costa del Pacífico y el Golfo de México, entre otros, este abordaje alternativo ha producido grandes avances en la restauración de pesquerías sanas.

«Los cupos de captura sirvieron como un fuerte complemento al mandato del Congreso de ponerle fin a la sobrepesca --expresó Lubchenco--. Los dos enfoques juntos hicieron que muchas pesquerías importantes de los Estados Unidos cambiaran por completo. Entre 2000 y 2013, la cantidad de poblaciones sobrepescadas cayó a menos de la mitad, de 92 a 40, y la cantidad de poblaciones recuperadas pasó de cero a 34».

Lubchenco señala que este modelo de conservación y uso sostenible ha sido impulsado por las propias comunidades en asociación con el gobierno federal. Más aún, dice, esto prueba que la percepción de que hay que elegir entre la economía y el ambiente es una falsa dicotomía. «La prosperidad económica a largo plazo depende de un océano saludable. Los cambios de políticas que alinean conservación e incentivos económicos pueden tener resultados formidables».

«Entre el mandato legislativo de terminar con la sobrepesca y la adopción de los cupos de captura, hemos realmente transformado las pesquerías estadounidenses y demostrado que hay un camino hacia pesquerías más rentables y más sostenibles, en ecosistemas oceánicos más saludables --afirmó Lubchenco--. Y hemos inspirado a otros países a que apliquen muchas de estas cosas».

Dr. Madhav Gadgil: Involucrar a las poblaciones locales en la política conservacionista

Gadgil ha dedicado su carrera no solo a infundir la ciencia ambiental en la elaboración de las políticas en la India, sino también a promover el área de la ciencia ambiental a nivel nacional. A través de escritos y conferencias, ha fomentado este campo y lo ha dado a conocer a escala nacional.

«El Dr. Gadgil ha configurado de manera muy profunda el discurso académico y público sobre problemáticas ambientales en la India», declaró Jairam Ramesh, miembro del Parlamento indio y exministro de Ambiente y Bosques.

Gadgil heredó su manera de abordar la ecología de su padre economista: la relación sobre el terreno con las comunidades afectadas por las políticas económicas y ambientales.

«Desde que era pequeño, el trabajo de mi padre me inspiró a trabajar con las personas y a pensar en el impacto de nuestras actividades colectivas --dijo Gadgil--. La primera vez que esto ocurrió en mi actividad profesional fue en 1975, cuando los tejedores de cestas tradicionales que dependían del bambú en las Ghats Occidentales se acercaron al Gobierno y dijeron que la sobreexplotación del bambú para la industria papelera estaba dañando su medio de vida».

Su trabajo empezó examinando la tensión entre desarrollo económico, uso tradicional de recursos por parte de las comunidades locales y conservación ambiental. Este abordaje desde diferentes sectores llevó a la publicación de su primer libro, This Fissured Land, que se usa en la educación ambiental en toda la India, así como también como un recurso para quienes elaboran políticas.

«Cuando hablas de cuestiones ambientales, tienes que comprender los contextos histórico, social y económico de lo que está sucediendo --afirmó Gadgil--. Tuve el lujo de trabajar con historiadores y sociólogos, algo que mis colegas en otros lados no tuvieron. Me ha servido mucho para mejorar mi comprensión y mi capacidad de comunicar».

Asesorar al gobierno en sostenibilidad: Equilibrio entre desarrollo y conservación

Su participación en la esfera pública y otros campos académicos lo ha posicionado como una voz líder en las cuestiones ambientales en la India. Él fue la fuerza motora detrás de la redacción de la Ley de Biodiversidad Nacional de su país y, más recientemente, presidió el Panel de Expertos en Ecología de las Ghats Occidentales --conocido como el «Comité Gadgil»-- para ofrecer pautas sobre la protección y el desarrollo de esta región de la India, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y es una de las áreas con más diversidad biológica de la Tierra.

«Las Ghats Occidentales son fundamentales para el suministro de agua, la diversidad genética, la economía y la calidad de vida del país --explicó Gadgil--. La constitución india trata de empoderar al pueblo, y nuestra gestión de recursos es demasiado verticalista. Las comunidades locales son mejores en eso de equilibrar el desarrollo económico y la conservación. Debemos tener políticas que empoderen a las personas para que realicen estas elecciones».

Luego del informe del Comité Gadgil, se creó un segundo comité que redactó pautas más débiles y redujo a la mitad las áreas consideradas sensibles desde el punto de vista ecológico.

«El segundo informe dijo que las comunidades locales no deberían tener ningún control, y eso es anticonstitucional. No soy yo solo el que critica esto», afirmó Gadgil.

Al trabajar con comunidades locales en el cinturón selvático central de la India, Gadgil ha visto que la gestión en manos locales es más efectiva para asegurar la oportunidad económica y el uso sostenible de los recursos naturales, al tiempo que se respetan los bosques sagrados y las culturas locales.

«Debemos involucrar a las comunidades locales, que son las afectadas directas, si queremos desarrollar políticas que promuevan la sostenibilidad y el equilibrio entre economía, cultura y conservación --dijo Gadgil--. El empoderamiento es la clave».

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Conferencia y ceremonia de premiación

El jueves 23 de abril a las 14 horas, Lubchenco y Gadgil pronunciarán sendas conferencias sobre sus trabajos en The Forum, de la Universidad del Sur de California.

Y en una ceremonia privada, el viernes 24 de abril a las 19 horas, el Comité Ejecutivo del Premio Tyler y la comunidad ambientalista internacional homenajearán a Lubchenco y Gadgil con un banquete y una ceremonia en el Four Seasons Los Angeles, en Beverly Hills.

Acerca del Premio Tyler

El Premio Tyler al Logro Ambiental es uno de los primeros galardones destacados a nivel internacional en el campo de las ciencias ambientales, la salud ambiental y la energía.

Fue creado por los difuntos John y Alice Tyler en 1973 como un premio anual, y hasta la fecha se ha concedido a sesenta y ocho individuos y cuatro organizaciones en reconocimiento de logros ambientales de nivel internacional. Los galardonados cubren todo el espectro de las preocupaciones ambientales; entre ellas, la política ambiental, la salud, la contaminación del aire y el agua, la alteración de los ecosistemas y la pérdida de biodiversidad, así como los recursos energéticos. El galardón es concedido por el Comité Ejecutivo del Premio Internacional Tyler con el apoyo administrativo de la Universidad del Sur de California.

Para más información sobre el Premio Tyler y sus receptores, ingrese en: http://www.tylerprize.usc.edu/laureates.html


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