Según un reciente estudio, a través de las canciones de los ratones cantantes tropicales, los investigadores han descubierto el mecanismo neural que podría permitir los intercambios vocales a alta velocidad, como la conversación humana. De acuerdo con los resultados, este nuevo modelo de roedor abre la puerta para comprender los circuitos del habla en el cerebro humano. Para lograr una conversación con éxito con otro humano, por ejemplo, debemos escuchar sus palabras, interpretar el significado y, a continuación, responder adecuadamente con nuestra propia declaración. Es un proceso que requiere una coordinación casi instantánea entre las señales sensoriales y la respuesta muscular, aunque se conoce poco acerca de los mecanismos que subyacen a las transformaciones sensoriomotoras que hacen posibles las interacciones sociales basadas en el habla o en intercambios de sonidos. Y, aunque muchos animales se comunican a través de sus voces, son muy pocos los que muestran los rápidos intercambios dinámicos de ida y vuelta que imitan la conversación humana. El ratón cantor de Alston (Scotinomys teguina) es un pequeño roedor de gran voz de los bosques nubosos de América Central, que desafía a sus competidores en duelos de dueto donde cada ratón se turna para cantar sus exclusivas y agudas canciones. Sin embargo, según los autores, la canción de cada ratón cambia en respuesta a la del otro y muestra comportamientos de turno similares a los de la conversación humana. Utilizando diversas técnicas neurofisiológicas, Daniel Okobi y sus colegas investigaron las redes neuronales subyacentes que hacen posible el comportamiento del canto de S. teguina. Al rastrear las señales eléctricas entre el cerebro y los músculos cuando dos ratones cantaban entre sí, Okobi et al., descubrieron áreas de la corteza motora responsables del control muscular necesario para generar la nota de cada canción. Se descubrió que otro "punto caliente" funcional de la actividad identificada en la corteza motora (la corteza motora vocal) mediaba en las rápidas transformaciones sensoriomotoras necesarias para lograr interacciones vocales rápidas y precisas. Según los autores, la separación funcional y la jerarquía de la generación del sonido y las funciones de temporización es lo que hace posible una comunicación vocal eficaz. En un artículo de Perspective relacionado, Steffan Hage comenta las implicaciones de los hallazgos del estudio para comprender la evolución de los sistemas de comunicación vocal, que probablemente tuvieron sus inicios mucho antes de lo que se pensaba anteriormente.
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