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El sumidero de carbono de los bosques tropicales se debilita rápidamente

Peer-Reviewed Publication

University of Leeds

Amazon Forest Canopy

image: Amazon Forest canopy at Dawn Brazil. view more 

Credit: Peter Vander Sleen

La capacidad de los bosques tropicales para absorber el carbono de la atmósfera está disminuyendo, según un estudio que monitoreó 300.000 árboles durante 30 años y que fue publicado hoy en la revista Nature.

Esta colaboración científica, dirigida por la Universidad de Leeds, revela que alrededor del mundo los bosques tropicales inalterados han comenzado el temido proceso de conversión de ser sumideros de carbono a fuentes de carbono.

Los bosques tropicales inalterados son reconocidos por ser un sumidero de carbono crucial a nivel global, pues ralentizan el cambio climático absorbiendo el carbono de la atmósfera y almacenándolo en los árboles -un proceso conocido como secuestro de carbono-. Los modelos climáticos generalmente predicen que el sumidero de carbono de los bosques tropicales continuará durante décadas.

Sin embargo, el nuevo análisis del crecimiento y la muerte de árboles en 565 bosques tropicales inalterados en África y el Amazonas durante tres décadas revela que la absorción de carbono en los bosques tropicales de la Tierra alcanzó su punto máximo en la década de los noventa.

Para la década de 2010 la capacidad de un bosque tropical para absorber carbono había disminuido, en promedio, en un tercio. Este cambio se debe mayormente a las pérdidas de carbono de los árboles que mueren.

El estudio realizado por casi 100 instituciones presenta la primera evidencia a gran escala de que la absorción de carbono de los bosques tropicales del mundo ya ha comenzado una preocupante tendencia a la baja.

El autor que lideró el estudio, el Dr. Wannes Hubau, ex investigador postdoctoral en la Universidad de Leeds y ahora colaborador del Museo Real de África Central en Bélgica, dijo: "Mostramos que la absorción máxima de carbono en los bosques tropicales inalterados ocurrió en la década de 1990".

"Al combinar datos de África y el Amazonas, comenzamos a comprender por qué estos bosques están cambiando; los niveles de dióxido de carbono más altos en la atmosfera, la temperatura, la sequía y la dinámica forestal representan factores clave".

"Los niveles más altos de dióxido de carbono en la atmosfera aumentan la tasa de crecimiento de los árboles, sin embargo, año con año y cada vez en mayor medida, este efecto se ve contrarrestado por los impactos negativos que ocasionan en los árboles las temperaturas más altas y las sequías, las cuales reducen la tasa de crecimiento de los árboles y pueden matarlos.

Nuestro modelado de estos factores muestra una futura disminución en el sumidero africano en el largo plazo, y que el sumidero amazónico continuará debilitándose rápidamente, pronosticamos que se convertirán en una fuente de carbono a mediados de la década de 2030".

En la década de 1990, los bosques tropicales inalterados absorbieron aproximadamente 46 mil millones de toneladas de dióxido de carbono de la atmósfera, para la década de 2010, esta cifra disminuyó a un estimado de 25 mil millones de toneladas.

La pérdida de capacidad del sumidero en la década de 2010 en comparación con la de 1990 es de 21 mil millones de toneladas de dióxido de carbono, esto equivale a una década de emisiones provenientes de combustibles fósiles del Reino Unido, Alemania, Francia y Canadá combinados.

En su conjunto, los bosques tropicales inalterados absorbieron el 17% de las emisiones de dióxido de carbono producidas por el hombre en la década de 1990, para la década de 2010 sólo absorbieron el 6%.

Esta disminución se debe a que la capacidad para absorber carbono de estos bosques se redujo en un 33%, y a que la superficie que ocupan los bosques inalterados disminuyó en un 19%, mientras que las emisiones globales de dióxido de carbono se dispararon en un 46%.

Uno de los autores principales, el profesor Simon Lewis, de la Escuela de Geografía en Leeds, dijo: "Los bosques tropicales inalterados continúan siendo un sumidero vital de carbono, sin embargo, esta investigación revela que, a menos que se implementen políticas para estabilizar el clima de la Tierra, es solo cuestión de tiempo hasta que estos bosques dejen de secuestrar carbono.

"Determinar cuándo las retroalimentaciones del ciclo del carbono realmente entran en acción, cuando la naturaleza pasa de desacelerar el cambio climático a acelerarlo, es una gran preocupación para el futuro de la humanidad.

"Después de años de trabajo en los bosques tropicales del Congo y del Amazonas, hemos descubierto que uno de los impactos más preocupantes del cambio climático ya ha comenzado, y que éste ha empezado décadas antes de lo que los modelos climáticos más pesimistas habían previsto.

"No hay tiempo que perder en lo que se refiere a abordar el cambio climático".

Para calcular los cambios de almacenamiento de carbono, los científicos midieron el diámetro y estimaron la altura de cada árbol dentro de 565 parcelas de bosque, volviendo cada pocos años a medirlos. Calculando el carbono almacenado en los árboles que sobrevivieron y aquellos que murieron, los investigadores estimaron los cambios en el almacenamiento de carbono a lo largo del tiempo.

Después de la última medición, los autores del estudio usaron un modelo estadístico y tendencias en las emisiones de dióxido de carbono, temperatura y precipitación para estimar los cambios en el almacenamiento de carbono forestal hasta el año 2040.

Al combinar datos de dos grandes redes de investigación de observaciones forestales en África (AfriTRON) y Amazonia (RAINFOR), los autores muestran que el sumidero amazónico empezó a debilitarse primero, comenzando a mediados de la década de 1990, seguido de una disminución del sumidero africano unos 15 años después.

La diferencia entre continentes se debe a que los bosques amazónicos son más dinámicos que los africanos, y a que los bosques amazónicos se enfrentan impactos climáticos más fuertes. Los bosques típicos de la Amazonía están expuestos a temperaturas más altas, a aumentos de temperatura más rápidos y a sequías más regulares y severas que los bosques africanos.

El Dr. Hubau, el profesor Lewis y sus colegas han pasado años viajando a numerosos sitios remotos de estos bosques tropicales, incluyendo el pasar una semana en una canoa hecha a mano para llegar al Parque Nacional de Salonga en la República Democrática del Congo.

El Dr. Hubau dijo: "La capacidad de los bosques tropicales para desacelerar el cambio climático es un elemento crucial para comprender cómo funciona la Tierra como sistema, en particular cuánto carbono es absorbido por la Tierra y cuánto se libera a la atmósfera.

"Para determinar los efectos del aceleramiento en los cambios en el medio ambiente, es necesario un monitoreo continuo de los bosques tropicales inalterados. Necesitamos este monitoreo más que nunca, ya que los últimos grandes bosques tropicales de nuestro planeta están amenazados como nunca lo habían estado".

Los autores también destacan que los bosques tropicales siguen siendo enormes reservas de carbono: éstos almacenan 250 mil millones de toneladas de carbono solo en sus árboles. Este almacenamiento es equivalente a 90 años de emisiones globales derivadas de combustibles fósiles en el nivel actual.

Otro autor del estudio, el profesor Bonaventure Sonké, de la Universidad de Yaundé I en Camerún, dijo: "La velocidad y magnitud del cambio observado en estos bosques sugiere que los impactos climáticos en los trópicos podrían ser más severos de lo previsto. Los países africanos y la comunidad internacional necesitarán invertir seriamente en preparar las regiones tropicales para los impactos del cambio climático".

Otro autor del estudio, el profesor Oliver Phillips, de la Universidad de Leeds, agregó: "Durante mucho tiempo, las habilidades y el potencial de los científicos africanos y amazónicos ha sido infravalorado. Necesitamos cambiar esto asegurándonos de que su trabajo es respaldado adecuadamente. Será la responsabilidad de la próxima generación de científicos africanos y amazónicos la de monitorear estos increíbles bosques para contribuir a su administración y protección".

Como es probable que la retención de carbono por los bosques tropicales sea menor a la prevista, probablemente también será necesaria una re-evaluación de los balances de carbono y de los objetivos de emisiones.

El profesor Lewis dijo: "Las amenazas inmediatas para los bosques tropicales son la deforestación, la tala y los incendios. Se requiere una intervención inmediata.

"Además, es necesario estabilizar el clima de la Tierra para poder estabilizar el equilibrio de carbono de los bosques tropicales inalterados. Reduciendo las emisiones de dióxido de carbono a cero más rápido de lo que actualmente se prevé, sería posible evitar que los bosques tropicales inalterados pasaran a ser una gran fuente de carbono para la atmósfera. Sin embargo esta ventana de posibilidades se está cerrando rápidamente".

Notas para los editores.

La absorción de carbono se expresa en unidades de carbono en el artículo de Nature y aquí como dióxido de carbono. Multiplique los valores de carbono en el artículo por 3.667 para obtener la masa de dióxido de carbono mencionada anteriormente.

En la década de 2000, los bosques tropicales inalterados capturaron 36 mil millones de toneladas de dióxido de carbono, lo que equivale al 9% de las emisiones de dióxido de carbono producidas por el hombre.

Further information

Video and images, along with captions and credits are available for download: https://drive.google.com/open?id=1ebnNhWqAh2SN85AIJIi_y9zh3_KMfhZW

To request additional information please contact the University of Leeds Media Relations office via +44 (0)113 343 4031 or a.harrison@leeds.ac.uk

French language version of the press release available on request.

The paper 'Asynchronous Carbon Sink Saturation in African and Amazonian Tropical Forests' is published in Nature on 4 March 2020. DOI: https://doi.org/10.1038/s41586-020-2035-0 ; URL: https://www.nature.com/articles/s41586-020-2035-0

The paper was funded by over 50 grants over two decades, including a European Research Council grant, Tropical forests and the changing Earth system, T-FORCES, to Oliver Phillips and Simon Lewis.

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