En este estudio de Policy Forum, Kazunobu Kojima et al. destacan algunas importantes cuestiones que deberían abordarse en la próxima revisión del Manual de bioseguridad en el laboratorio de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Publicado por primera vez en 1983, este manual aporta un valioso marco en el que las naciones se basan para estudiar, de forma segura, microorganismos patógenos, como el virus del Ébola. Sin embargo, los autores mencionan que los manuales anteriores se habían centrado principalmente en el diseño y la construcción de costosos laboratorios que pudieran lidiar con patógenos de gran calibre; este enfoque, a modo de «lista de ítems por verificar», es particularmente, mencionan los autores, insostenible en países menos desarrollados que no cuentan con los recursos necesarios para mantener las instalaciones. Asimismo, al analizar las infecciones que se contagian en los laboratorios, se reveló que muchas son provocadas por factores humanos (por ejemplo, equipo de protección personal inapropiado), a los que no se ha hecho referencia con el suficiente énfasis en versiones anteriores del Manual. De esta manera, el desarrollo de un personal mejor formado es tan importante como la infraestructura, destacan los autores. Recomiendan que la cuarta revisión del Manual de la OMS, de próxima publicación, adopte un enfoque basado en los riesgos y la evidencia con respecto a la bioseguridad, que establezca que las instalaciones de los laboratorios, los equipos de seguridad y las prácticas laborales sean localmente relevantes, proporcionadas y sostenibles. El nuevo Manual podría incluir «requisitos básicos», una combinación de elementos de bioseguridad comúnmente conocidos que deben implementarse y aplicarse, y que constituyen un requerimiento mínimo para trabajar de forma segura en la mayoría de los procedimientos que se realizan en un laboratorio, explican los autores.
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