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Los síntomas y la calidad de vida son importantes para guiar el tratamiento de la arteriopatía periférica (DAP)

La nueva declaración científica de la American Heart Association proporciona una guía actualizada para la atención centrada en el paciente de las personas con las arterias de las piernas obstruidas

Peer-Reviewed Publication

American Heart Association

Prohibida su divulgación hasta las 4:00 a. m. CT/5:00 a. m. ET del jueves, 13 de octubre de 2022

DALLAS, 13 de octubre de 2022 - Para las aproximadamente 8,5 millones de personas en los EE. UU. que viven con la enfermedad arterial periférica (DAP- pronunciado D-A-P), que es arterias estrechas u obstruidas en las piernas, las decisiones de tratamiento y los criterios de éxito se deben dirigir por sus síntomas y la calidad de vida informada por ellos mismos, según una nueva declaración científica de la American Heart Association publicada hoy en la revista insignia de la Asociación, revisada por expertos, Circulation. Una declaración científica de la American Heart Association es un análisis de expertos sobre la investigación actual y puede servir de base para futuras guías de tratamiento.

La declaración, titulada “Avance de la calidad de la atención y los resultados de la arteriopatía periférica mediante la evaluación del estado de salud comunicada por el paciente”, destaca cómo la gestión de la DAP con base en la experiencia de los síntomas de una persona puede conducir a una atención y unos resultados más centrados en el paciente, con un enfoque en la atención de alto valor, en comparación con la dependencia de medidas clínicas como la velocidad del flujo sanguíneo a las piernas o el diámetro de las arterias.

“La persona que padece la arteriopatía periférica es la autoridad en cuanto al impacto que tiene en su vida diaria. Nuestro tratamiento se debe basar en sus experiencias vividas e ir más allá de las mediciones clínicas de lo bien que fluye la sangre por las arterias”, dijo la vicepresidenta y autora principal del grupo de redacción de la declaración, Kim G. Smolderen, doctora en psicología clínica y profesora asociada de medicina y psiquiatría y codirectora del laboratorio Vascular Medicine Outcomes Research (VAMOS) de la Universidad de Yale en New Haven, Connecticut. “Hemos pasado años de desarrollo y validación de instrumentos estandarizados para captar las experiencias de las personas de forma fiable y sensible. Ahora estamos en un punto en el que podemos empezar a integrar esta información en la atención del mundo real, a través de programas piloto que pueden desarrollar puntos de referencia de calidad para diferentes fenotipos de pacientes con DAP y los tipos de tratamientos a los que se someten, vistos desde su perspectiva”.

Dolor de piernas y otras experiencias de los pacientes

Aunque la mayoría de las personas que padecen arteriopatía periférica son mayores de 40 años, la DAP se da también en personas más jóvenes. Las personas con DAP presentan obstrucciones en las arterias que suministran sangre a las piernas y los pies, lo que a menudo provoca dolor, calambres o debilidad al caminar, lo que hace necesario detenerse y descansar temporalmente hasta que el dolor disminuya. Algunas personas no experimentan ningún síntoma; sin embargo, muchos pacientes pueden permanecer sin dolor solo porque limitan sus actividades. Los estudios demuestran que su estado de salud y funcionamiento también se ven afectados. Las personas con un flujo sanguíneo gravemente limitado a las piernas (denominado isquemia crítica de las extremidades) pueden experimentar dolor incluso en reposo, no curarse cuando sufren una herida o desarrollar gangrena que puede conducir a la amputación. La DAP es también un factor de riesgo de infarto de miocardio o derrame cerebral.

“Todas estas manifestaciones tienen un enorme impacto en el funcionamiento diario y la calidad de vida de las personas, con mayor impacto a medida que aumenta la gravedad de la enfermedad. Los resultados también se ven afectados por otras condiciones de salud comunes entre las personas con DAP, como la diabetes de tipo 2, la enfermedad arterial coronaria, la disfunción renal o las afecciones de salud mental como la depresión o los trastornos relacionados con el estrés”, dijo Smolderen.

Tratamiento guiado por el paciente

Cuando el equipo sanitario tiene una mayor conciencia y reconocimiento de la carga que supone la enfermedad para la calidad de vida, la coordinación de la atención a los factores de riesgo y las preocupaciones del paciente están en primer plano. La declaración aboga por mejorar e individualizar la atención a las personas con obstrucción de las arterias de las piernas mediante la recopilación de información sobre su experiencia a lo largo del tratamiento.

Las medidas de resultados comunicadas por los pacientes (PROM) son formas sistemáticas y validadas de preguntar directamente a los pacientes cómo afecta su enfermedad a sus síntomas, su funcionamiento (físico, social y emocional) y su calidad de vida. La retroalimentación a través de las PROM puede evaluar de forma más fiable y objetiva la calidad de la atención a las personas con DAP.

Entre los principales beneficios del uso de las PROM se encuentran los siguientes:

  • mejorar la comprensión de la experiencia vivida por el paciente con la DAP;
  • mejorar la autogestión de los síntomas y las necesidades médicas del paciente;
  • estandarizar los puntos de referencia del rendimiento de la calidad para las prácticas que atienden a las personas con DAP; y
  • proporcionar información relevante para determinar los cambios o necesidades de tratamiento.

La participación de los pacientes como expertos en sus propias experiencias hace que se preste más atención a las preocupaciones sobre la calidad de vida o a los factores de riesgo cardiovascular, lo que puede ayudar a los médicos a pensar más allá de una intervención concreta. Esta perspectiva puede dar lugar a conversaciones que cambien el tratamiento o pongan a los pacientes en contacto con otros recursos, como los servicios de salud conductual, el cuidado de las heridas o el abandono del tabaco. La atención centrada en el paciente también puede mejorar la autogestión y la toma de decisiones compartida entre pacientes y médicos.

Todos estos beneficios son posibles siempre que las medidas de resultados comunicadas por los pacientes se evalúen con herramientas que el paciente entienda, independientemente del nivel de alfabetización, las barreras lingüísticas y las normas culturales. También es importante que se realicen las PROM por parte de expertos que tengan la preparación y los conocimientos necesarios para administrar las herramientas, interpretar los resultados y poner a los pacientes en contacto con otros recursos. La declaración incluye ejemplos de PROM para medir el dolor y el funcionamiento de las piernas (incluido el deterioro de la marcha), el estado de salud específico de la DAP, el estado de salud general y los síntomas depresivos.

Medidas de rendimiento para mejorar la calidad de la atención

Las PROM también se pueden convertir en una parte integral de evaluar si los programas proporcionan una atención de calidad a las personas con DAP. Impulsadas por los centros de servicios de Medicare y Medicaid y por el National Quality Forum, las PROM se integran cada vez más en las definiciones de lo que significa prestar una atención clínica de alta calidad centrada en el paciente, y las puntuaciones de las PROM pueden repercutir directamente en el reembolso. Para evaluar los programas, las PROM se traducen en medidas de rendimiento de los resultados comunicados por los pacientes (PRO-PM).

El uso de PRO-PM tiene el siguiente potencial:

  • proporcionar objetivos cuantificables para que los programas mejoren su calidad de atención;
  • fomentar el desarrollo de la formación y la experiencia de los sistemas sanitarios para administrar, interpretar y utilizar éticamente las PRO-PM para mejorar la atención a los pacientes;
  • reducir las disparidades en la atención y promover la equidad sanitaria; y
  • contribuir a la creación de normas nacionales de calidad de la atención.

“Esta guía destaca un cambio de paradigma que sitúa la experiencia del paciente en primer plano, lo que supone un cambio en el statu quo. Resulta provocativo situar ahora la experiencia vivida con la enfermedad en primer plano, con la participación de las personas con DAP para proporcionar información que responsabilice a los sistemas de salud y a los profesionales de la salud de la calidad de la atención prestada, además de evaluar la seguridad y eficacia de los tratamientos actuales con base en la evidencia”, dijo Smolderen.

Esta declaración científica fue preparada por el grupo de redactores voluntarios en nombre del Consejo de enfermedades cardiovasculares periféricas de la American Heart Association y del Consejo de estilo de vida y salud cardiometabólica. El grupo de redacción incluye un defensor del paciente y expertos en psicología clínica, investigación de resultados, enfermería, cardiología, cirugía vascular y medicina vascular. Era importante asegurarse de que esta declaración incorporara la naturaleza interdisciplinaria de la atención a la DAP y la dedicación a la innovación del espacio vascular, en todas las especialidades vasculares. Esto significó incluir a expertos con experiencia tanto en el ámbito de la investigación con los PRO como en la experiencia clínica con la DAP, así como a pioneros en el espacio de los resultados comunicados por los pacientes para las poblaciones cardiovasculares y con la aportación directa de los defensores de los pacientes.

Las declaraciones científicas de la American Heart Association promueven una mayor conciencia sobre las enfermedades cardiovasculares y los problemas de los ataques o derrames cerebrales, y ayudan a facilitar las decisiones fundamentadas sobre los cuidados de la salud. En las declaraciones científicas se describe lo que se conoce actualmente sobre un tema y las áreas que necesitan investigación adicional. Si bien estas declaraciones científicas informan el desarrollo de las pautas, no constituyen recomendaciones de tratamiento. Las pautas de la American Heart Association proporcionan las recomendaciones oficiales de la práctica clínica de la Asociación.

Los coautores son la presidenta Carole Decker, Ph.D., R.N.; Olamide Alabi, M.D.; Tracie C. Collins, M.D., M.P.H., M.S.; Bernard P. Dennis, B.A.; Philip P. Goodney, M.D.; Carlos Mena-Hurtado, M.D.; y John A. Spertus, M.D., M.P.H. Las declaraciones de los autores se encuentran en el artículo.

La Asociación recibe financiamiento principalmente de personas particulares. Algunas fundaciones y empresas (incluidas empresas farmacéuticas y fabricantes de dispositivos, entre otras empresas) también realizan donaciones y financian eventos y programas específicos de la Asociación. La Asociación tiene políticas estrictas para evitar que estas relaciones influyan en el contenido científico. Los ingresos de las empresas farmacéuticas y biotecnológicas, los fabricantes de dispositivos, los proveedores de seguros médicos y la información financiera general de la Asociación están disponibles aquí.

Recursos adicionales:

Acerca de la American Heart Association

La American Heart Association es una fuerza incansable para un mundo de vidas más largas y saludables. Nos dedicamos a garantizar una salud equitativa en todas las comunidades. A través de la colaboración con numerosas organizaciones, e impulsados por millones de voluntarios, financiamos la investigación innovadora, abogamos por la salud pública y compartimos recursos que salvan vidas. La organización con sede en Dallas ha sido una fuente líder de información de salud durante casi un siglo. Comuníquese con nosotros a través de heart.orgFacebookTwitter o llamándonos al 1-800-AHA-USA1.

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