Las unidades de medida basadas en el cuerpo presentan ventajas cognitivas y conductuales frente a los sistemas de medición estandarizados, de acuerdo con un nuevo análisis intercultural del uso de la medición basada en el cuerpo en más de 180 culturas en todo el mundo, en especial en el diseño de tecnologías ergonómicas. Los hallazgos revelan nuevos conocimientos sobre la medición basada en el cuerpo como un fenómeno cultural y pueden ayudar a explicar la persistencia a largo plazo de su uso durante siglos después de la aparición de sistemas de medición estandarizados. La capacidad de medir las cosas desempeña un papel fundamental en la forma en que los humanos entienden el mundo circundante e interactúan con él, y son factores importantes de la complejidad cultural y la evolución tecnológica. En la actualidad, las unidades de medida intercambiables son omnipresentes en el mundo moderno e impregnan todos los aspectos de la vida cotidiana. En todo el mundo, se cree que muchos de los primeros sistemas de medición estandarizados evolucionaron a partir de unidades de medida basadas en el cuerpo, unidades de medición que se determinan mediante el uso de componentes del cuerpo humano, como la longitud del antebrazo y la mano (codo) o el ancho de los dos brazos extendidos (braza). Sin embargo, a pesar de su importancia en la evolución cultural y tecnológica, las mediciones basadas en el cuerpo como fenómeno cultural siguen siendo poco estudiadas y poco comprendidas. Recurriendo a la base de datos etnográfica Human Relations Area Files (HRAF), Roope Kaaronen y sus colegas identificaron el desarrollo y uso de mediciones basadas en el cuerpo en 186 culturas de todo el mundo, desvelando similitudes y diversidad en el uso de unidades de medición basadas en el cuerpo humano. Según los hallazgos, las variaciones de la braza, el palmo y el codo fueron más frecuentes y mostraron sorprendentes similitudes interculturales. Kaaronen et al. también descubrieron que las unidades basadas en el cuerpo son especialmente comunes en el diseño de tecnologías ergonómicas como prendas de vestir, esquís, kayaks o arcos, por ejemplo. El análisis reveló que las unidades basadas en el cuerpo seguían utilizándose en todo el mundo miles de años después de la aparición de las unidades estandarizadas y eran, en algunos casos, superiores a las unidades de medida estándar. Los autores argumentan que el cambio de los sistemas de medición basados en el cuerpo a los sistemas estandarizados podría reflejar una mayor ruptura en la evolución cultural humana debido a un mayor enfoque hacia la producción industrial. En consecuencia, las unidades de medida tradicionales pueden verse amenazadas por el evento de extinción cultural más amplio impulsado por la globalización, la industrialización y la colonización, escriben Kaaronen et al. En un artículo de Perspective relacionado, Stephen Chrisomalis destaca las limitaciones del estudio y sus hallazgos. "Los conjuntos de datos como HRAF, utilizado por Kaaronen et al., están sesgados hacia sociedades etnográficamente conocidas de los siglos XIX y XX", escribe Chrisomalis. "Los estudios futuros deben emplear una investigación cognitiva intercultural que sea sensible a cómo cambian las tecnologías a lo largo del tiempo, no solo a los patrones sincrónicos en el mundo moderno".
Journal
Science
Article Title
Body-based units of measure in cultural evolution
Article Publication Date
2-Jun-2023