News Release

Las algas de césped inhiben químicamente la recuperación de los bosques de algas en aguas costeras sometidas a calentamiento

Summary author: Walter Beckwith

Peer-Reviewed Publication

American Association for the Advancement of Science (AAAS)

A medida que se reducen los bosques de algas kelp en las aguas costeras del Golfo de Maine, sometidas a calentamiento, las algas césped –densas alfombras de algas rojas que sustituyen a las kelp en muchas regiones– pueden interferir químicamente en su recuperación, según informa un nuevo estudio. Este fenómeno complica los esfuerzos para restaurar estos ecosistemas marinos cruciales. Los bosques de algas son ecosistemas marinos ecológica y económicamente vitales que sustentan diversas formas de vida y funciones. Sin embargo, a pesar de su importancia ampliamente reconocida, los bosques de algas de todo el mundo están amenazados con colapsar debido al cambio climático y a la sobrepesca. En muchas regiones donde han desaparecido los bosques de algas kelp, estos han sido sustituidos por densas alfombras bajas de algas rojas filamentosas y ricas en sustancias químicas, también conocidas como algas césped. Este cambio se ha relacionado con la disminución de la biodiversidad y con importantes alteraciones en la dinámica de los ecosistemas costeros. Algunas investigaciones sugieren que las algas césped pueden obstaculizar activamente la recuperación del alga kelp mediante la alopatía, un fenómeno biológico común por el que un organismo produce sustancias bioquímicas que influyen en el crecimiento, la supervivencia, el desarrollo y la reproducción de otros organismos circundantes. Comprender si las algas del césped inhiben químicamente la recuperación del alga kelp es esencial para gestionar y restaurar estos entornos marinos en rápida transformación.

 

Shane Farrell y sus colegas investigaron si las algas alopáceas suprimen la recuperación de los bosques de algas en las aguas en curso de calentamiento del Golfo de Maine. Farrell y su equipo descubrieron que, mientras que los bosques de algas han persistido en las aguas más frías del noreste de Maine, los del suroeste, más cálido, han colapsado y no se han recuperado, siendo ahora las algas de césped las que dominan estos arrecifes. Al comparar la composición química del agua y las muestras de algas de los arrecifes dominados por algas kelp y césped, los autores identificaron firmas químicas distintas producidas por las algas césped. Los experimentos de laboratorio demuestran que estos compuestos derivados de las algas césped inhiben las primeras fases de crecimiento de las algas kelp. Los hallazgos sugieren que las algas césped alteran la ecología química del entorno de forma que impiden activamente el restablecimiento del alga kelp. "Las futuras estrategias de resiliencia de los ecosistemas marinos deberían integrar la ecología química en los modelos de cambio climático", escriben Colette Feehan y Karen Filbee-Dexter en un artículo de Perspective relacionado. "Al iluminar estos procesos ocultos, podemos desarrollar mejor una imagen más completa de cómo el cambio climático está remodelando los ecosistemas oceánicos y cómo podríamos protegerlos mejor".


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