Nuevas pruebas isotópicas y fósiles sugieren que los primates primitivos, incluidos los homínidos, empezaron a comer hierbas mucho antes de que sus cuerpos evolucionaran los rasgos necesarios para procesarlas de forma eficiente. Estos hallazgos apoyan el concepto, largamente hipotizado, de impulso conductual, según informan los investigadores. El concepto de impulso conductual (la idea de que los grandes cambios en el comportamiento animal pueden dar lugar a nuevas presiones selectivas y, en última instancia, catalizar la evolución de nuevos rasgos físicos) ha conformado durante mucho tiempo la teoría evolutiva. Sin embargo, detectar el impulso conductual en el registro fósil es un reto porque los comportamientos suelen inferirse a partir de rasgos físicos, lo que dificulta su evaluación independientemente de sus morfologías asociadas. Para superar estos retos, Luke Fannin y sus colegas examinaron un cambio dietético inusual en la evolución de los primates: la adopción repetida de dietas a base de hierba (graminivoría) sin las adaptaciones físicas típicas observadas en otros mamíferos que pastan, como dientes de corona alta o sistemas digestivos complejos. Según los autores, al menos tres linajes de primates del Plioceno, incluidos los primeros homínidos, transitaron de forma independiente hacia dietas graminívoras, a pesar de carecer de estos rasgos especializados. Fannin y sus colaboradores analizaron las proporciones de isótopos estables de carbono y oxígeno de especímenes fósiles de primates para determinar los cambios de comportamiento en la dieta hacia plantas C4 y compararon el momento de estos cambios con el desarrollo de rasgos dentales vinculados a la ingesta eficiente de hierba. Los autores descubrieron que en varias especies –incluidos homininos primitivos– los cambios en la morfología dental se retrasaron unos 700.000 años con respecto a los cambios en la dieta. Es más, Fannin y su equipo demuestran que los antepasados troncales de Paranthropus y Homo tenían una flexibilidad dietética significativamente mayor que sus descendientes, lo que respalda la idea de que la variabilidad del comportamiento precede a la especialización morfológica. Según los autores, los hallazgos no solo demuestran que los cambios de comportamiento en los primates primitivos fueron anteriores a la adaptación morfológica –lo que respalda el impulso conductual en los primeros homininos–, sino que también muestran que los cambios de comportamiento pueden haber iniciado trayectorias evolutivas clave, en particular la divergencia alimentaria de Homo hace unos 2,3 millones de años.
Journal
Science
Article Title
Behavior drives morphological change during human evolution
Article Publication Date
31-Jul-2025