Algunas termitas forman relaciones simbióticas con los hongos. Cuando los hongos nocivos invaden sus cultivos primorosamente cuidados, estas termitas criadoras de hongos contraatacan con la precisión de hábiles jardineros, según revela un nuevo estudio, asfixiándolaos con terrones de tierra enriquecidos con aliados microbianos que inhiben el crecimiento de los hongos. Las termitas cultivadoras de hongos, como Odontotermes obesus, mantienen una relación simbiótica vital con el hongo Termitomyces, que cultivan en sustratos nutritivos especializados llamados panales que proporcionan tanto una fuente fiable de alimento para las termitas como un hábitat ideal para el hongo. Sin embargo, estos panales ricos en nutrientes también atraen a la versión fúngica de las malas hierbas invasoras, en particular a Pseudoxylaria, de rápido crecimiento y capaz de alcanzar rápidamente el cultivo si no se controla. Mientras que Pseudoxylaria suele suprimirse en los panales sanos bajo el cuidado de las termitas, se propaga rápidamente cuando las termitas son eliminadas, lo que sugiere un papel crítico de la actividad de las termitas en el mantenimiento de sus huertos fúngicos. Aunque se cree que las termitas utilizan agentes microbianos para controlar estas "malas hierbas fúngicas" al tiempo que protegen su cultivo, aún se desconoce el mecanismo de comportamiento preciso por el que logran dicho control selectivo. Mediante experimentos en los que se expuso a O. obesus a brotes de Pseudoxylaria de diversa consideración, Aanchal Panchal y sus colegas descubrieron que las termitas emplean un conjunto flexible de comportamientos para suprimir las "malas hierbas", ajustando sus tácticas en función de la gravedad de la invasión.
Cuando se enfrentan a pequeñas infecciones, las termitas retiran activamente Pseudoxylaria del panal contaminado y lo entierran bajo terrones de tierra (bolos), lo que aísla eficazmente al hongo dañino en un entorno de suelo deficiente en oxígeno, inhibiendo su crecimiento posterior. En caso de brotes graves, las termitas aíslan completamente las partes infectadas de los panales sanos y, si es necesario, asfixian secciones enteras en bolos de tierra para contener la amenaza. En particular, los autores descubrieron que los bolos de suelo que utilizan los insectos no son actúan como barreras, sino que contienen una comunidad diversa de microbios, incluidas bacterias procedentes de las termitas con propiedades fungistáticas. Las termitas despliegan estos bolos fungistáticos solo cuando las malas hierbas amenazan sus huertos, no en panales de hongos sanos. Según Panchal y sus colaboradores, esto indica que O. obesus ha evolucionado una estrategia de defensa muy selectiva, reclutando aliados microbianos para combatir selectivamente los hongos nocivos y preservando al mismo tiempo su cultivo beneficioso. "Los hallazgos de Panchal y sus colaboradores dilucidan cómo pueden utilizarse los simbiontes microbianos como parte de una estrategia multifacética de gestión de plagas", escriben Aryel Goes y Rachelle Adams en un artículo de Perspective relacionado. "Los esfuerzos por comprender las moléculas implicadas, y su relación con la aptitud del huésped, pueden revelar microbios beneficiosos que conduzcan al descubrimiento de productos naturales para la medicina, la agricultura y la biorremediación".
Journal
Science
Article Title
Fungus-farming termites can protect their crop by confining weeds with fungistatic soil boluses
Article Publication Date
25-Sep-2025