image: This illustration shows the ways in which methane from the subsurface might find its way to the surface where its uptake and release could produce a large seasonal variation in the atmosphere as observed by Curiosity. Potential methane sources include methanogenesis, UV degradation of organics, or water-rock chemistry; and its losses include atmospheric photochemistry and surface reactions. Seasons refer to the northern hemisphere. The plotted data is from Curiosity's TLSSAM instrument, and the curved line through the data is to aid the eye. This material relates to a paper that appeared in the date, issue of <i>Science</i>, published by AAAS. The paper, by C.R. Webster at NASA Jet Propulsion Laboratory in Pasadena, CA, and colleagues was titled, "Background levels of methane in Mars' atmosphere show strong seasonal variations." view more
Credit: NASA/JPL-Caltech
Dos nuevos estudios describen datos recientes del rover Curiosity que revelan intrigantes hallazgos sobre moléculas que transportan carbono en la atmósfera y el suelo de Marte. En un estudio, Christopher Webster et al. describen mediciones detalladas in situ de metano atmosférico en Marte, que muestran una variación estacional en su abundancia. Se habían detectado previamente pequeñas concentraciones de metano en la atmósfera de Marte, pero sus orígenes han sido objeto de gran debate. En la Tierra, la mayor parte del metano es producido por fuentes biológicas, si bien se han propuesto numerosos procesos abióticos para explicar el metano marciano. En esta ocasión, los investigadores analizaron tres años marcianos (55 meses terrestres) de mediciones atmosféricas recogidas por el rover Curiosity. Los datos revelan que los niveles de fondo de metano en el planeta rojo tienen un marcado ciclo estacional, que oscila entre 0,24 y 0,65 partes por mil millones, alcanzando su punto máximo cerca del final del verano en el hemisferio norte (final del invierno en el hemisferio sur). Los autores descartan numerosas fuentes potenciales del metano, lo que en última instancia sugiere que grandes cantidades del mismo podrían estar almacenadas en el helado subsuelo marciano en cristales con base de agua llamados clatratos. Proponen que los cambios estacionales en la temperatura podrían causar la liberación fluctuante de metano observada por el rover.
En un estudio independiente, Jennifer L. Eigenbrode y sus colegas analizaron muestras de perforación de suelo, tomadas también por el rover Curiosity, que revelan una serie de diferentes compuestos orgánicos. Algunos compuestos orgánicos habían sido identificados previamente en el yacimiento de roca denominada "Sheepbed mudstone" en el cráter Gale. En esta ocasión, los investigadores han analizado nuevas muestras de dos sitios en el cráter Gale: Mojave y Confidence Hills, que albergan lodolitas de aproximadamente tres mil millones de años de antigüedad. Las herramientas a bordo del rover Curiosity extrajeron nuevas muestras que calentaron, analizando las moléculas liberadas. Los datos revelan la presencia de varias moléculas orgánicas y volátiles que recuerdan a la roca sedimentaria rica en compuestos orgánicos que se encuentra en la Tierra, incluidos tiofeno, 2- y 3-metiltiofeno, metanotiol y dimetilsulfuro. Los autores señalan que, dado que muchas de las moléculas analizadas difieren por una sola cadena lateral de carbono, puede tratarse de fragmentos de moléculas más grandes. De hecho, una comparación de estas muestras con rastros orgánicos en meteoritos marcianos también sugiere que las primeras se derivan de moléculas orgánicas más grandes. Las muestras del cráter Gale retienen niveles excepcionalmente altos de azufre, que en opinión del autor contribuyó a preservar la materia orgánica. Las implicaciones de estos dos estudios se destacan en un artículo de Perspective de Inge Loes ten Kate.
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