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La Pérdida de la Biodiversidad en las Pesquerías continentales de la Amazonía Amenaza la Dieta Humana

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Fresh Catch

image: Landing a catch along the Ucayali River in the Loreto department of the Peruvian Amazon. The boy is holding a boquichico, a commonly consumed species. (All photos: Sebastian Heilpern) view more 

Credit: Sebastian Heilpern

Un nuevo estudio en la Amazonía peruana encuentra que la región podría sufrir de una escasez nutricional si disminuciones en la biodiversidad de los peces continúan. Además, es posible que la acuicultura y otros sustitutos como el pollo no compensen por estas pérdidas. La investigación tiene implicaciones mucho más allá de la Amazonía, ya que la diversidad y abundancia de alimentos colectadas del medio natural está disminuyendo en los ríos y lagos del mundo, así como en los ecosistemas terrestres. Aproximadamente 2 billones de personas en todo el mundo dependen de alimentos no cultivados; la pesca de aguas continentales emplea a unos 60 millones de personas y proporciona la principal fuente de proteínas para unos 200 millones. El estudio aparece esta semana en la revista Science Advances.

El estudio se enfocó en el Departamento de Loreto en la Amazonía peruana, donde una mayoría de los 800,000 habitantes comen pescado al menos una vez al día, o un promedio de unos 52 kilogramos por año. El pescado es una fuente principal no solo de proteínas, sino también de ácidos grasos y minerales esenciales, como el hierro, el zinc y el calcio. Desafortunadamente, de todos modos no es suficiente ya que una cuarta parte de todos los niños sufren de desnutrición, y más de un quinto de las mujeres de edad fértil sufren de deficiencia de hierro.

Las amenazas a los peces Amazónicos, desde mucho tiempo un pilar tanto para los pueblos indígenas como para el desarrollo moderno, son innumerables: nuevas represas hidroeléctricas que atrapan grandes peces migratorios (algunos viajan miles de millas desde las cabeceras en los Andes hasta el estuario Atlántico y viceversa); deforestación; tóxicos provenientes de la minería; y la sobreexplotación de peces por parte de los propios pescadores. En Loreto, la producción pesquera no están incrementando; algunas grandes especies migratorias ya están en declive y otras pueden estar en camino. Lo mismo ocurre en otros lugares; a nivel mundial, un tercio de las especies de peces de agua dulce están en peligro de extinción y ya se conocen 80 extintas, según el World Wildlife Fund.

Diferentes especies de animales y plantas contienen diferentes proporciones de nutrientes, haciendo que la biodiversidad sea clave para una nutrición adecuada, dicen los investigadores. “Si los peces disminuyen, la calidad de la dieta disminuirá”, dijo el coautor principal del estudio, Shahid Naeem, director del Centro de Sostenibilidad Ambiental del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia. “Las cosas definitivamente están empeorando ahora, y podrían estar en camino de colapsar eventualmente”.

Para estudiar los peces de la región, el autor principal del estudio, quien entonces era estudiante de doctorado en Columbia, Sebastian Heilpern, realizó numerosos viajes de compras al mercado de Belén en Iquitos, capital de Loreto. También visitó los puertos de la ciudad, donde el comercio mayorista comienza a las 3:30 de la mañana. Junto con otro estudiante compraron múltiples especímenes de todas las especies que pudieron encontrar, terminando con 56 incluyendo peces pequeños como las ractacaras y yulillas; palometas (relacionados con la piraña); y gran bagres que pueden llegar a un metro y medio. (Los investigadores se conformaron con trozos de los más grandes).

Después de procurar peces individuales, se trasladaron en hielo al Instituto Tecnológico de la Producción, un laboratorio gubernamental en Lima, donde cada especie se analizó para proteínas, ácidos grasos y minerales. Luego, los investigadores trazaron el valor nutricional de cada especie frente a su probabilidad de sobrevivir a varios tipos de degradación ambiental, como la sobreexplotación y las represas. A partir de esto, elaboraron múltiples escenarios de cómo el abastecimiento de nutrientes en Loreto se vería afectado a medida de que se pierdan especies.

En general, el volumen del desembarque pesquero se ha mantenido estable en los últimos años. Sin embargo, las grandes especies migratorias, las más vulnerables a las actividades humanas, comprenden una porción cada vez menor y, a medida que desaparecen, están siendo reemplazadas por especies más pequeñas. La mayoría de los pescados contienen aproximadamente la misma cantidad de proteínas, por lo que esto no ha afectado el suministro de proteínas. Y, hallaron los investigadores, muchos peces más pequeños de hecho contienen niveles más altos de ácidos grasos omega-3, y el incremento de peces pequeños podría aumentar suministros de omega-3. Por otro lado, a medida que la composición de las especies se inclina más hacia los peces más pequeños, los suministros de hierro y zinc podrían disminuir.

“Como cualquier sistema complejo, se ven canjes”, dijo Heilpern. “Algunas cosas van incrementando mientras que otras van disminuyendo. Pero eso solo dura hasta cierto punto “. Es difícil predecir exactamente qué especies compensarían cuando otras disminuyan, pero los investigadores proyectan que el valor nutricional general de la captura caerá dramáticamente alrededor del punto en que 40 de las 60 especies alimenticias escaseen o se extingan. “Hay un punto de inflexión, donde las especies que quedan pueden ser realmente pésimas”, dijo Heilpern.

Una posible solución: en muchos lugares del mundo donde los alimentos silvestres, como el pescado y la carne de animales de monte (como los monos y lagartos), están disminuyendo, la gente recurre cada vez más al pollo criado en granjas y la acuicultura, una tendencia alentada por el Banco Mundial y otras organizaciones poderosos. Este es cada vez más el caso en Loreto. Pero en un estudio separado publicado en marzo, Heilpern, Naeem y sus colegas mostraron que esto también podría socavar la nutrición humana.

Los investigadores observaron que la producción de pollo en la región creció alrededor de un 75% entre 2010 y 2016, mientras que la acuicultura se duplicó. Pero al analizar los valores nutricionales de los animales de granja, encontraron que por lo general ofrecen una nutrición menos adecuada que la mezcla diversa de peces silvestres. En particular, la sustitución de peces por el pollo y la acuicultura podría exacerbar las ya graves deficiencias de hierro y limitará el suministro de ácidos grasos esenciales, dicen. “Debido a que ninguna especie puede ofrecer todos los nutrientes clave, se necesita una diversidad de especies para mantener dietas nutricionalmente adecuadas”, escriben.

Más allá de las consecuencias nutricionales, la cría de pollos y la acuicultura ejercen una presión fuerte sobre el medio ambiente. Además de fomentar la deforestación para producir alimento para los animales, la cría de animales produce gases de efecto invernadero e introduce fertilizantes y otros contaminantes en las aguas cercanas, dice Heilpern.

“Los peces continentales son fundamentales para la nutrición en muchos países en desarrollo y con déficit de alimentos y, por supuesto, en regiones sin costa”, dijo John Valbo Jørgensen, experto en pesca continental basado en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en Roma. “Muchas pesquerías continentales importantes, incluidas las de Perú, ocurren en áreas remotas con una infraestructura deficiente e insumos limitados. No será factible reemplazar esas pesquerías con animales de granja, incluidos la acuicultura”.

Heilpern ahora está colaborando con la Wildlife Conservation Society para producir una guía ilustrada de los peces de la región, incluyendo sus valores nutricionales, con el objetivo de promover una mejor comprensión de su valor entre los pescadores y los consumidores.

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Los otros autores del nuevo estudio son Ruth deFries y Maria Uriarte del Earth Institute; y Kathryn Fiorella, Alexander Flecker y Suresh Sethi de la Universidad de Cornell.

Contactos:

Sebastian Heilpern s.heilpern@cornell.edu

Shahid Naeem sn2121@columbia.edu

Ruth deFries rd2402@columbia.edu

Mas informacion: Kevin Krajick, Senior editor, science news, The Earth Institute kkrajick@ei.columbia.edu 212-854-9729


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