Los científicos han descubierto dos nuevas mutaciones genéticas en humanos que podrían conducir a una forma rara de osteoporosis en personas jóvenes, según una investigación realizada con una familia de 10 miembros y una cohorte de 75 pacientes femeninas. Los resultados se encuentran entre los primeros en establecer una causa genética de la osteoporosis idiopática y sugieren que estas mutaciones son más frecuentes en personas de ascendencia judía asquenazí, si bien también se encontraron en europeos. Esta forma de osteoporosis suele aparecer espontáneamente en personas jóvenes sin una causa hormonal o metabólica conocida de pérdida ósea. Sin embargo, los pacientes con osteoporosis idiopática tienden a presentar antecedentes familiares de osteoporosis e incidentes de fracturas en la infancia, lo que sugiere que existe un componente genético en juego. Para resolver este misterio, Brygida Bisikirska y sus colaboradores secuenciaron a los miembros de una familia judía asquenazí que presentaba varios casos de osteoporosis idiopática, así como a una cohorte de 75 pacientes femeninas no relacionadas. La familia asquenazí portaba una rara mutación genética (rs374152717) en el gen de un receptor de melatonina llamado MTNR1A. Además, el 4% de la cohorte femenina de mayor tamaño presentaba otra variante rara del MTNR1A y ambas mutaciones aparecían con mucha más frecuencia en personas de ascendencia judía asquenazí en comparación con la población general. A continuación, los científicos utilizaron CRISPR para investigar el impacto de la mutación rs374152717 en la salud de células óseas humanas y de ratones. La mutación rs374152717 hizo que las células produjeran una proteína no funcional y alteró las funciones normales de la melatonina. Los ratones con la mutación también presentaban una masa ósea anormalmente baja, similar a la de los adultos jóvenes con osteoporosis idiopática, lo que los investigadores vincularon con un "envejecimiento" prematuro de los osteoblastos mutantes, células formadoras de hueso. Bisikirska y sus colaboradores añaden que su estudio ofrece un mayor respaldo para redirigir la melatonina como una posible terapia para la osteoporosis, señalando que varios ensayos clínicos han demostrado que la melatonina puede favorecer la salud ósea en mujeres peri y postmenopáusicas.