Las colonias de coral rojo que se trasplantaron hace una década en los fondos marinos de las islas Medas han sobrevivido con éxito, son muy similares a las comunidades originales y han contribuido a recuperar el funcionamiento del coralígeno, un hábitat donde las especies en general crecen muy lentamente. Así, estas colonias, incautadas hace años de la pesca ilegal, han encontrado una segunda oportunidad para sobrevivir, gracias a las acciones de restauración de los equipos de la Universidad de Barcelona, en colaboración con el Instituto de Ciencias del Mar (ICM, CSIC), para trasplantar corales decomisados y mitigar el impacto del furtivismo.