Un fármaco experimental llamado mavoglurant puede reducir el consumo tanto de cocaína como de alcohol en personas con trastorno por consumo de cocaína, según los resultados de un nuevo ensayo de fase 2 con 68 participantes. Aunque se necesitan ensayos más largos, los resultados sugieren que el fármaco debería estudiarse más a fondo como terapia para la dependencia de la cocaína o el alcohol. La cocaína es una droga muy adictiva, con más de 21 millones de consumidores en todo el mundo en 2023. El consumo generalizado de cocaína sigue siendo un problema acuciante para la salud pública, ya que su uso indebido puede provocar la muerte prematura, complicaciones de salud a largo plazo y problemas sociales para el consumidor. Las investigaciones han demostrado que un receptor denominado mGluR5 desempeña un papel central en la adicción a la cocaína y el procesamiento de la recompensa, lo que sugiere que podría ser una diana para nuevas terapias. En este ensayo de fase 2, Baltazar Gomez-Mancilla y sus colegas probaron los efectos del mavoglurant, que inhibe el mGluR5 y se está estudiando como tratamiento del síndrome del cromosoma X frágil. Durante el ensayo de 98 días, los investigadores administraron mavoglurant o un placebo dos veces al día a 68 adultos con trastorno por consumo de cocaína. El equipo examinó los cambios en el consumo de cocaína mediante un autoinforme retrospectivo de los participantes, así como análisis de muestras de orina y cabello para detectar metabolitos de cocaína. En general, el grupo que recibió mavoglurant consumió cocaína menos días y mostró indicios de un menor consumo de alcohol. El mavoglurant causó sobre todo efectos secundarios leves, como dolor de cabeza y mareos, y el 76% de los participantes completó todo el tratamiento. Gomez-Mancilla y sus colaboradores señalan que sus resultados están limitados por la corta duración y el pequeño tamaño del estudio, y piden que se realicen más trabajos con poblaciones más diversas para estudiar los efectos a largo plazo del mavoglurant sobre el consumo de cocaína.
Para los periodistas interesados en tendencias, un estudio de abril de 2024 publicado en Science Signaling descifra cómo la exposición a la cocaína en ratones puede alterar el paisaje de las proteínas en el núcleo accumbens, un circuito de recompensa en el cerebro: https://www.science.org/doi/10.1126/scisignal.adl4738. Además, un estudio de febrero de 2025 publicado en Science Advances demostró que un circuito GLP-1 en el cerebro atenúa el comportamiento de búsqueda de cocaína en ratas y puede ser atacado con un agonista del receptor GLP-1: https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.adr5051