Según dos nuevos estudios, los investigadores han desarrollado una nueva y prometedora vacuna oral contra el norovirus y han hecho descubrimientos sobre la inmunidad vacunal que podrían servir de base para el diseño de futuras vacunas. En conjunto, los experimentos suponen un importante avance hacia el objetivo, largamente perseguido, de una vacuna eficaz contra el norovirus, que es la principal causa de enfermedades estomacales víricas en todo el mundo. El norovirus afecta a más de 700 millones de personas y mata a decenas de miles en todo el mundo cada año. Los niños pequeños, los adultos mayores y las personas con sistemas inmunitarios debilitados son los más expuestos, pero una vacuna eficaz podría proteger a estos grupos vulnerables. Las pruebas sugieren que las vacunas serían bastante eficaces contra el norovirus, puesto que más del 90% de las infecciones están relacionadas con un único genotipo del virus. Sin embargo, si bien hay varias vacunas contra el norovirus en fase de ensayo clínico, actualmente no hay ninguna candidata aprobada. En el primer estudio, Becca Flitter y sus colegas comprobaron la seguridad y los beneficios para el sistema inmunitario de un comprimido de vacuna oral contra el genotipo GI.1 del norovirus en un ensayo clínico de fase 1B. El comprimido, denominado VXA-G1.1-NN, transporta al intestino delgado un vector vírico que expresa la proteína VP1 del norovirus. Los investigadores administraron varias dosis del comprimido a dos grupos de adultos mayores sanos de entre 55 y 80 años y comprobaron que los voluntarios toleraban todas las dosis de la vacuna y solo mostraban efectos secundarios leves. La vacuna también tuvo un marcado impacto en el sistema inmunitario, al provocar anticuerpos contra VP-1 que duraron 210 días. Es importante destacar que los autores también observaron anticuerpos anti-VP-1 en la saliva y la mucosa nasal que duraron el mismo tiempo, lo que sugiere que la pastilla puede producir respuestas inmunitarias duraderas en la mucosa. Por su parte, Juyeon Park y sus colegas examinaron muestras de suero de dos personas que recibieron una vacuna oral similar contra el norovirus para el genotipo GII.4, tratando de definir si las vacunas pueden proteger contra las muchas y diversas variantes del norovirus. Mediante espectrometría de masas, los científicos observaron que en el primer participante la vacuna potenció los anticuerpos que podían atacar las variantes del norovirus del genotipo GII.4 que evolucionaban rápidamente. El segundo participante desarrolló anticuerpos aún más amplios que podían neutralizar múltiples genotipos de norovirus y los autores demostraron que uno de estos anticuerpos se dirigía a una región conservada de la proteína VP-1. «Nuestro estudio demuestra que los anticuerpos monoclonales humanos contra norovirus con amplia potencia GII.4 y amplitud GII cruzada pueden potenciarse; [...] hallazgos que pueden guiar el diseño de inmunógenos para vacunas contra norovirus ampliamente protectoras», concluyen Park y sus colaboradores.