3-Dec-2025
La vacuna antialérgica protege a los ratones de la anafilaxia mortal durante un año
American Association for the Advancement of Science (AAAS)
Los investigadores han desarrollado una vacuna experimental que puede proteger a los ratones de la anafilaxia, uno de los tipos más peligrosos de reacciones alérgicas. La vacuna protegió a los roedores durante un año sin efectos adversos, lo que respalda su potencial como tratamiento a largo plazo para las reacciones alérgicas graves. Estas respuestas inmunitarias descontroladas pueden ser una característica fundamental de enfermedades como el asma y las alergias alimentarias, que afectan a hasta un tercio de la población mundial. En casos graves, las personas con alergias pueden sufrir anafilaxia, una respuesta sistémica mortal que puede constreñir las vías respiratorias e interrumpir la circulación sanguínea. Los anticuerpos IgE son los principales responsables de las reacciones alérgicas, por lo que los científicos han desarrollado fármacos anti-IgE, como el omalizumab. Sin embargo, estas terapias son muy costosas y requieren dosis repetidas, lo que las hace inadecuadas para algunos pacientes. En busca de una solución a más largo plazo, Eva Conde y sus colegas plantearon la hipótesis de que podrían vacunar a los pacientes contra la propia IgE. Los investigadores diseñaron una vacuna conjugada contra la IgE denominada IgE-K, que combina un fragmento mutante del anticuerpo con una proteína portadora denominada CRM197. La vacuna estimula al sistema inmunitario para que produzca anticuerpos que se dirigen contra la IgE, impidiendo así que esta se una a sus receptores en las células inmunitarias y evitando reacciones alérgicas descontroladas. Dos dosis de la vacuna indujeron la producción de anticuerpos neutralizantes contra la IgE humana en ratones humanizados, sin causar efectos secundarios graves. Estos anticuerpos permanecieron en la circulación durante 12 meses y se unieron a sus objetivos con una eficacia similar a la del omalizumab. Conde y su equipo también descubrieron que la vacuna protegía a los ratones inmunizados de la anafilaxia sistémica, pero no afectaba a su respuesta inmunitaria ante una infección parasitaria. «En última instancia, la fuerte supresión de la anafilaxia en ausencia de efectos adversos convierte a la vacuna IgE-K en una candidata terapéutica muy atractiva que satisface una necesidad importante», escriben Danielle Libera y sus colegas en un artículo de Focus relacionado.
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- Science Translational Medicine