La plasticidad sináptica, es decir, la capacidad del cerebro de modificar las conexiones entre neuronas para favorecer el aprendizaje, es una de las funciones neuronales que se ve profundamente alterada en la enfermedad de Huntington, con un impacto directo en el funcionamiento cerebral. Investigadores de la Universidad de Barcelona han utilizado una innovadora herramienta optogenética que muestra cómo los astrocitos, un tipo de células del cerebro tradicionalmente consideradas de apoyo, también influyen en esta plasticidad cerebral y, además, se encuentran alterados en la enfermedad de Huntington. Estos resultados, basados en modelos animales, abren nuevas vías para abordar esta enfermedad neurodegenerativa de origen genético.