Gracias a herramientas avanzadas y a un mayor número de datos sobre fósiles, se ha esbozado un panorama más claro de la diversidad eucariota del eón proterozoico, que ha sido difícil de cuantificar. Los resultados muestran que las graves glaciaciones criogénicas de la Tierra catalizaron un cambio fundamental en la evolución y diversidad de los primeros eucariotas durante este eón, hace entre 2500 y 538 millones de años. Este trabajo subraya la interacción entre las perturbaciones medioambientales de la Tierra y las trayectorias evolutivas de la vida primitiva. La cuantificación de la diversidad fósil global proporciona valiosos datos sobre la historia evolutiva de la vida en la Tierra y su relación con los cambios en el entorno. Un ejemplo de ello son los conocidos episodios de extinción masiva y las perturbaciones medioambientales asociadas durante el eón fanerozoico (538 Ma - actualidad). En el eón proterozoico también se produjeron importantes cambios tectónicos y medioambientales en la Tierra, desde la formación y desintegración de supercontinentes hasta una extensa y severa glaciación que congeló casi todo el planeta. Sin embargo, nuestra comprensión de la diversidad fósil global de la vida en el Proterozoico, sobre todo en el caso de los eucariotas, se ha visto limitada por la falta de coherencia de los datos fósiles y la escasa definición de los límites de edad. Esto ha obstaculizado los esfuerzos por desentrañar las trayectorias evolutivas de los primeros eucariotas. Los recientes avances en los conjuntos de datos paleontológicos y geocronológicos, junto con la aplicación de nuevas herramientas como el algoritmo de Optimización Restringida (CONOP), han permitido realizar reconstrucciones más precisas de la diversidad fósil; estos métodos ayudan a integrar diversos datos estratigráficos y a sortear las limitaciones de las secciones fosilíferas sin fechar. Utilizando el programa CONOP y una compilación global de eucariotas fósiles, Qing Tang y sus colegas construyeron una curva de diversidad de alta resolución de especies eucariotas fósiles del Proterozoico y del Cámbrico temprano. Los resultados revelaron un aumento gradual de la riqueza de especies durante los «mil millones aburridos», un periodo marcado por unas condiciones estables del sistema terrestre con muy poca innovación biológica. Sin embargo, las glaciaciones criogénicas que siguieron influyeron profundamente en la vida eucariota. Según los resultados, el Criogeniano fue un motor clave de los cambios en la biodiversidad y marcó una transición fundamental hacia el periodo Ediacaran, que fue testigo de una mayor diversidad, un recambio más rápido y múltiples radiaciones y extinciones.
Para los periodistas interesados en cuestiones de integridad de la investigación, los autores señalan: «En el campo de la paleontología, la transparencia en el intercambio de datos es una prioridad clave. Dado que la paleontología es en gran medida una ciencia basada en especímenes, la reproducibilidad depende en gran medida de la accesibilidad de los especímenes y los datos (datos de TC, imágenes, bases de datos, etc.). Por lo tanto, un protocolo detallado para el depósito de especímenes y datos es de vital importancia. La mayoría de las revistas (...) exigen la disponibilidad de las muestras y los datos. Esta práctica debería ser universal para todas las revistas revisadas por pares».
