Un análisis exhaustivo publicado en Brain Medicine demuestra que las alteraciones en la composición de la microbiota intestinal están estrechamente vinculadas con perturbaciones del sueño en múltiples trastornos, incluyendo insomnio, apnea obstructiva del sueño, trastornos del ritmo circadiano, narcolepsia y trastorno del comportamiento del sueño REM. La microbiota intestinal influye en el sueño a través de vías metabólicas que involucran ácidos biliares y ácidos grasos de cadena corta, vías neuronales que incluyen el nervio vago y el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal, y modulación del sistema inmunitario. Se han observado alteraciones en el eje microbiota-intestino-cerebro en trastornos del sueño y enfermedades con perturbaciones del sueño comórbidas, incluyendo depresión, ansiedad, trastorno del espectro autista y enfermedad de Parkinson. Las intervenciones dirigidas a la microbiota, incluyendo probióticos, prebióticos, simbióticos y trasplante de microbiota fecal, muestran resultados prometedores en ensayos clínicos para mejorar la calidad del sueño, presentando una estrategia novedosa para desarrollar enfoques terapéuticos que aborden los trastornos del sueño y mejoren la salud cerebral general.