Determinados compuestos derivados de plantas conocidos por sus propiedades antimaláricas alivian el síndrome de ovario poliquístico, un importante problema de salud pública que afecta a millones de mujeres en todo el mundo. Según un nuevo estudio, estos compuestos, llamados artemisininas, logran este efecto suprimiendo la producción de andrógenos ováricos en múltiples modelos de roedores, así como en una pequeña cohorte de pacientes humanos. Los hallazgos no solo subrayan la versatilidad de las artemisininas, sino que también revelan un nuevo enfoque prometedor para prevenir y tratar este trastorno. El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es uno de los trastornos endocrinos más comunes que afectan a las mujeres en edad reproductiva. Se caracteriza por niveles elevados de andrógenos (hiperandrogenemia) y está asociado con una amplia gama de impactos sobre la salud, que incluyen disfunción metabólica, ovulación alterada y, a menudo, infertilidad. Sin embargo, a pesar de la alta prevalencia del síndrome, la base mecanicista del SOP es poco conocida y los tratamientos farmacológicos a menudo se centran solo en síntomas específicos con efectividad limitada. Dado que la hiperandrogenemia es la característica principal y la causa de la mayoría de los síntomas y comorbilidades asociadas al SOP, los tratamientos dirigidos a suprimir la producción de andrógenos podrían ser beneficiosos para su tratamiento.
En esta ocasión, Yang Liu y sus colegas evaluaron el efecto de la artemisinina y sus derivados en el desarrollo del SOP. Si bien son más conocidos por sus efectos antimaláricos, también se ha demostrado que estos compuestos poseen efectos metabólicos beneficiosos. En modelos de roedores, Liu et al. encontraron que el artemeter (ATM), un derivado de la artemisinina aislado del género de plantas Artemisia, reduce la síntesis de andrógenos ováricos apuntando a CYP11A1, una enzima crucial en la producción de andrógenos. ATM induce la degradación de CYP11A1 al aumentar su interacción con la proteasa LONP1. Además, los autores encontraron que la sobreexpresión de LONP1 suprime la producción de andrógenos ováricos. En un estudio clínico piloto con 19 mujeres con SOP, Liu et al. demostraron además el potencial terapéutico de la artemisinina. Un régimen de 12 semanas de dihidroartemisinina, un medicamento utilizado para tratar la malaria, en estas mujeres redujo sustancialmente los biomarcadores clave del SOP y llevó a ciclos menstruales más regulares sin efectos secundarios. “Aunque se necesitarán más estudios para comprender completamente los efectos a largo plazo y para optimizar las estrategias de dosificación a fin de maximizar los resultados terapéuticos, el descubrimiento de las artemisininas como remedios efectivos para el SOP representa un nuevo enfoque prometedor para el desarrollo de terapias específicas que potencialmente cambiarán el panorama del tratamiento del SOP,” escribe Elisabet Stener-Victorin en un artículo de Perspective relacionado.
