India, el país más poblado del mundo, lleva décadas trabajando con éxito en la recuperación de uno de los carnívoros más grandes e icónicos: el tigre. Según un nuevo estudio, la protección, la presa, la paz y la prosperidad han sido factores clave en la recuperación del tigre en este país densamente poblado. De acuerdo con sus autores, el éxito en India brinda una oportunidad excepcional de analizar de forma más amplia los factores socioecológicos que influyen en la recuperación del tigre. Los grandes carnívoros de la Tierra, esenciales para mantener la salud de los ecosistemas, se cuentan entre las especies más amenazadas, perjudicadas por la pérdida de hábitat, la escasez de presas, el conflicto humano y la explotación ilegal. Estos superdepredadores –vitales para la conservación de las cascadas tróficas y la salud de los ecosistemas– se enfrentan a poblaciones menguantes, especialmente en regiones en desarrollo, donde la fragmentación del hábitat y la elevada pobreza complican los esfuerzos de conservación y recuperación. Los tigres, antes ampliamente distribuidos por Asia, llegaron a retroceder en más del 90% de su rango histórico, dejando apenas unos 3.600 ejemplares salvajes a comienzos del siglo XXI. En respuesta, los países con presencia de tigres pusieron en marcha el Global Tiger Recovery Program en 2010, con la meta de duplicar las poblaciones de tigres para 2022. Pese a albergar algunas de las mayores densidades humanas del planeta, India alcanzó este objetivo y en la actualidad es el hogar de aproximadamente el 75% de los tigres salvajes del mundo. A partir de 20 años de datos nacionales de seguimiento de tigres, Yadvendradev Jhala y sus colegas analizaron 381.000 kilómetros cuadrados (km²) de hábitats de tigres usando avanzados modelos de ocupación y conjuntos de datos espaciales de alta resolución. Los hallazgos muestran que los tigres han ampliado su área de distribución en casi 3.000 km² al año durante las últimas dos décadas, y una gran fracción de su territorio actual (45%) se comparte con alrededor de 60 millones de personas en India. Las áreas protegidas, ricas en especies de presa, han sido cruciales para proveer refugio y permitir que los tigres se reestablezcan en los paisajes de uso múltiple que las rodean. Sin embargo, en regiones afectadas por pobreza extrema, conflicto armado y pérdida de hábitat, los tigres continúan ausentes o sufren extinciones localizadas, lo que pone de relieve la relevancia de los factores socioeconómicos y políticos para lograr una recuperación efectiva. “El éxito de la recuperación del tigre en India ofrece enseñanzas importantes para los países con presencia de tigres, así como para otras regiones que desean conservar grandes carnívoros mientras se benefician la biodiversidad y las comunidades al mismo tiempo”, escriben Jhala y sus colaboradores. “Reaviva la esperanza de un Antropoceno más biodiverso”.
